Imagen de Disney

Un caso judicial ha generado controversia en las redes sociales luego de que una familia en Estados Unidos demandara a Disney por homicidio culposo. La demanda surge a raíz de la muerte de una mujer de 42 años tras comer en un restaurante ubicado en el complejo de entretenimiento de Disney en Orlando, Florida, el año pasado.

Lo sorprendente es que Disney ha solicitado a la Justicia que desestime la demanda argumentando que el esposo de la fallecida aceptó resolver cualquier disputa fuera de los tribunales al suscribirse a Disney+, la plataforma de streaming de la compañía.

La cláusula de arbitraje vinculante contenida en los términos de uso de Disney Plus establece que cualquier controversia debe resolverse a través de arbitraje individual, excluyendo las demandas colectivas.

La familia de la mujer fallecida alega que su muerte fue resultado de una reacción alérgica después de comer en el restaurante, y buscan una compensación de 50.000 dólares. Los abogados de la familia consideran «absurdo» que los 150 millones de suscriptores de Disney+ hayan renunciado a su derecho de demandar a la compañía.

Por otro lado, Disney argumenta que la familia también estaba sujeta a renuncias legales al inscribirse en el sitio web y la aplicación de los parques de atracciones de Disney, donde tuvieron lugar los hechos. Se destaca que el restaurante no es propiedad directa de Disney, lo que podría abrir la posibilidad de demandar a los operadores del establecimiento.

Aunque surgen dudas sobre si el esposo de la fallecida leyó los términos de los servicios contratados, Disney sostiene que la aceptación de estos términos cubre cualquier disputa con las empresas del conglomerado. La compañía se defiende argumentando que simplemente busca protegerse de ser incluida en una demanda contra el restaurante.

Este caso pone de manifiesto la importancia de leer detenidamente los términos y condiciones al suscribirse a servicios digitales, así como de la responsabilidad de las empresas en cuanto a la información proporcionada a los consumidores.

Mercedes Cruz Ocaña