La compañía Cepsa, la segunda mayor petrolera de España, ha presentado un informe donde revela una pérdida neta de 233 millones de euros en el año 2023, en contraste con el beneficio de 1.100 millones alcanzado en el año anterior. A pesar de este descenso, se destaca que la división de Energía logró mantenerse estable e incluso mejorar ligeramente su Ebitda entre 2022 y 2023, lo que refleja resultados heterogéneos en distintas áreas de la empresa.
La caída en los resultados de Cepsa se ve influenciada en gran medida por la venta de sus activos de hidrocarburos en Abu Dabi, los cuales representaban la mitad de su negocio de exploración y producción. Esta transacción ha impactado significativamente en el balance general de la compañía.
Por otro lado, el área de química ha sido una de las más afectadas dentro de la empresa, con una disminución del beneficio bruto de explotación del 42% debido a la reducción de volúmenes vendidos, consecuencia directa de la desaceleración económica y la caída de los precios en este sector.
A pesar de estos resultados, la deuda neta de Cepsa ha disminuido un 17% y su liquidez ha aumentado, lo que le permite cubrir sus vencimientos a futuro con holgura. Además, la compañía se ha enfocado en aumentar su inversión en fuentes de energía sostenible, buscando posicionarse como líder en soluciones de energía y movilidad respetuosas con el medio ambiente en Europa.
En palabras del primer ejecutivo de Cepsa, Maarten Wetselaar, «Nuestros resultados financieros reflejan el reposicionamiento estratégico de nuestra cartera global hacia áreas más sostenibles. Confío en que la fortaleza de nuestra compañía y el apoyo de nuestros accionistas abrirán una nueva era para el desarrollo de energías limpias y la creación de empleo de alta calidad».