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Logo de Celsa.ALBERT GEA (REUTERS)

La multinacional siderúrgica Celsa ha comenzado el proceso de venta de sus filiales en Polonia, Reino Unido y Noruega, con un valor total estimado de alrededor de 1.000 millones de euros, según informaron fuentes financieras. Esta operación ha despertado el interés de varios inversores, entre los que se encuentran los fondos KPS, Platinum, Inda Capital y la compañía Atlas Holding.

Tras un cambio de propiedad a manos de fondos acreedores el año pasado, liderados por entidades como Deutsche Bank, SVP, Anchorage o Cross Ocean, la compañía catalana ha iniciado un proceso de reestructuración que incluye la desinversión de sus negocios en el extranjero. Para llevar a cabo esta transición, Celsa ha nombrado nuevos directivos, como Rafael Villaseca como presidente y Jordi Cazorla como consejero delegado. Asimismo, se ha incorporado a Javier Lázaro como director financiero, quien anteriormente ocupaba ese cargo en Indra.

Con el objetivo de financiar su plan de crecimiento, Celsa tiene previsto culminar la venta de su negocio internacional después del verano. Los fondos obtenidos también se destinarán a reducir el pasivo de la empresa, que actualmente asciende a 1.000 millones de euros.

Además, la compañía enfrenta un desafío patrimonial de 1.339 millones de euros, derivado en parte de ajustes contables y préstamos otorgados a empresas vinculadas a la familia fundadora. Para sanear su situación financiera, Celsa ha iniciado acciones legales contra la familia Rubiralta y planea fusionar sus divisiones en un único grupo consolidado.

El proceso de venta atrae el interés de inversores internacionales, como los fondos KPS y Platinum, así como de actores locales como Inda Capital. La empresa ha contratado a Citi para gestionar la operación, que se espera que se complete en los próximos meses.

Mercedes Cruz Ocaña