La irrupción de los criptoactivos ha supuesto —además de un cefalea para los organismos reguladores— una revolución en el planeta financiero por su impacto económico, mas asimismo por la tecnología que los respalda, el blockchain o registro distribuido. Para Rodrigo Buenaventura, presidente de la Comisión Nacional de Mercado de Valores (CNMV), “es una lastima que una tecnología tan prometedora se esté usando para la especulación, en el sentido menos valioso del término”.

En un encuentro organizado en Madrid por la Fundación La Caixa, y bajo el título Regulación de mercados de valores y el papel del supervisor, Buenaventura ha señalado de qué manera desde la CNMV tienen “muchas esperanzas” en lo que la tecnología del registro distribuido puede traer a los mercados financieros, desde eficacia de costos hasta una interconexión que deje “derribar fronteras”.

Sin embargo, “nos preocupa que el dinero se está gastando para un cierto trading vacío de criptomonedas con muy poco respaldo respecto a sus derechos económicos”, ha apuntado. “Aspiro a que podamos encontrar casos de uso que mejoren la vida de las empresas, facilitándoles la financiación y la de los inversores: que puedan comprar activos financieros de verdad, de forma más barata, más abierta e internacional, pero que den respaldo a derechos económicos y no a meras apuestas de casino”, ha señalado el jefe del regulador bursátil.

Avances

Con todo, Buenaventura se ha congratulado de los avances vanguardistas que España ha efectuado para supervisar estos nuevos productos financieros no regulados, como las advertencias en la propaganda del trading. Estas apuntan que es un ambiente que aún no está regulado, que presenta peligros para los inversores, que “no es idóneo para minoristas”, que es complejo y que se puede perder todo el dinero. “Somos la primera jurisdicción que le ha puesto la etiqueta del paquete de tabaco a los criptoactivos”, se ha vanagloriado.

En línea con el control de la propaganda de los criptoactivos, Buenaventura ha incidido en de qué manera el organismo que encabeza pone el ojo en los prescriptores o influencers financieros que abundan en las redes sociales. En octubre del año pasado el regulador emitió una circular donde instaba a los que dan recomendaciones de inversión a que “se identifiquen adecuadamente, presenten los consejos de manera objetiva y revelen todas las relaciones o circunstancias que pudieran afectar a su objetividad”.

“O bien no informan sobre que es publicidad remunerada o hacen recomendaciones de inversión sin tener bases sólidas”, ha señalado Buenaventura, que ha recordado que el comunicado emitido en el mes de octubre era un aviso, y que, si los influencers no hacen caso, procederán a imponer las sanciones pertinentes.