La multinacional de las telecomunicaciones BT (ya antes famosa como British Telecom), con sede en Londres, ha anunciado este jueves su pretensión de eliminar el cuarenta y dos% de sus puestos para dos mil treinta. Pese a que el anuncio no ha cogido por sorpresa a los sindicatos, que aguardaban un golpe afín al estar ya en su fase final el proyecto de instalación de fibra por todo el Reino Unido, lo sorprendente de la nueva ha sido la franqueza con que la compañía ha aceptado que una gran parte de los trabajos suprimidos van a ser reemplazados en su labor por la inteligencia artificial (IA).

“Para una compañía como BT se abre ahora la oportunidad de usar la IA de un modo mucho más eficaz”, ha anunciado el director de la compañía, Philip Jansen. “La reducción prevista a cambio de esa digitalización automática será de unos 10.000 puestos. Vamos a beneficiarnos enormemente de la IA, que supondrá un gran salto hacia adelante”, ha dicho Jansen. “Tenemos que ser cuidadosos, sí, pero es un gran cambio”, ha agregado.

BT emplea en nuestros días a ciento treinta personas, de las que unas treinta trabajan en subcontratas, mas prácticamente a tiempo completo, para la compañía. La pretensión de la compañía es reducir hasta cincuenta y cinco puestos, para situarse en los setenta y cinco trabajadores en dos mil treinta. Se trataría de la reducción más radical emprendida por BT desde su privatización en la pasada década de los ochenta.

Digitalización de la administración de llamadas

Aunque los recortes se van a repartir por toda la actividad global de la compañía, la mayor parte van a tener sitio en el Reino Unido. En lo que queda de década, BT confía en terminar la cobertura nacional de sistema de fibra y 5G por todo el país, al tiempo que irá desapareciendo el viejo tendido 3G con hilo de cobre. Al final de ese proceso, el número preciso de ingenieros y de personal de mantenimiento se reducirá de manera notable. Además, actividades como la administración de llamadas y el diagnóstico de inconvenientes de la red van a ser asumidas por nuevas tecnologías que incorporarán a la IA y precisarán menos mano de obra. “Dependeremos para entonces de una fuerza laboral mucho más reducida, y con nuevas redes de comunicación que serán mucho más eficaces. Habrá menos subcontratistas, menos desgaste laboral y menos necesidad de formación activa”, ha asegurado Jensen.

El sindicato Prospect, al que están afiliados miles y miles de trabajadores de BT, ha expresado su preocupación por el tamaño de la reducción anunciada. “Anunciar de este modo un recorte tan drástico puede resultar bastante inquietante para todos aquellos trabajadores que se esforzaron tanto por mantener conectado a este país durante la pandemia”, ha dicho John Ferret, el secretario nacional de la central sindical. “Reclamamos conocer los detalles de este plan para saber cuál será su impacto real sobre los empleados”, ha demandado.

Sin embargo, el sindicato mayoritario de la compañía, la Unión de Trabajadores de las Comunicaciones (CWU, en sus iniciales en inglés), ha sido más práctico en su primera respuesta: “Hemos dejado categóricamente claro a BT que queremos retener el mayor número posible de empleos directos, y que el recorte se realice en las subcontratas y a través de jubilaciones”, ha dicho un portavoz de CWU.

Los mercados castigaron los planes de la compañía, cuyas acciones cerraron este jueves con una caída del cinco%.