El Banco Mundial (BM) alertó este lunes que si la crisis bancaria se extiende podría desembocar en una desaceleración “mucho más aguda” del desarrollo global, que bajaría aún más el “límite de velocidad” de la economía mundial.
“Cuando piensas en las consecuencias de estos episodios sobre el crecimiento potencial, lo que sabemos es que la desaceleración podría ser mucho más aguda”, apuntó este lunes en una charla con medios el economista jefe del departamento de Crecimiento Equitativo, Finanzas e Instituciones, Ayhan Kose.
El Banco Mundial presentó este lunes el informe “Caída de las perspectivas de crecimiento a largo plazo: tendencias, expectativas y políticas”, en el que alarma de que el “límite de velocidad” de la economía global, esto es, la tasa máxima en un largo plazo a la que puede medrar sin provocar inflación, se caerá a un mínimo de 3 décadas para dos mil treinta.
Aunque el informe fue elaborado ya antes del inicio de la crisis liberada por la caída del Silicon Valley Bank estadounidense hace un par de semanas, ya charlaba de posibles crisis bancarias sistémicas que “reducen crecimiento potencial a mediano plazo”, asevera el informe.
“Estamos siguiendo de cerca la evolución del sector bancario. A principios de año, publicamos nuestro informe Perspectivas de la economía global y notamos que cuando las tasas de interés suben, hay consecuencias”, explicó Kose.
Así, los periodos de veloz incremento de las tasas de interés “se han asociado con estrés financiero” que “en algunos casos se traduce en una crisis financiera absoluta”.
“La incertidumbre actual en el sector bancario se produce en un momento en que el aumento de las tasas de interés y el endurecimiento de las condiciones financieras tienen implicaciones significativas para las economías en desarrollo, ya que aumentan el costo de refinanciación para los prestatarios corporativos y soberanos en las economías en desarrollo de mercados emergentes”, añadió.
El informe del Banco Mundial ofrece la primera “evaluación exhaustiva” del organismo sobre las tasas de desarrollo potencial en un largo plazo tras la pandemia de covid-diecinueve y la invasión rusa de Ucrania.
Documenta que prácticamente todas las fuerzas económicas que impulsaron el progreso y la prosperidad a lo largo de las últimas 3 décadas se están desvaneciendo.
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BM advierte de desaceleración global aguda si la crisis bancaria se extiende
Como resultado, entre dos mil veintidos y dos mil treinta se espera que el desarrollo promedio del PIB potencial mundial reduzca en más o menos una tercera parte de la tasa que predominó en la primera década de este siglo, hasta el veintidos% anual.
Para las economías en desarrollo, la caída va a ser del mismo modo pronunciada: del seis% anual entre dos mil y dos mil diez al cuatro% anual a lo largo del resto de esta década. Estas caídas serían considerablemente más pronunciadas en el caso de una crisis financiera global o una recesión, alarma el BM.
“Se necesita un impulso político ambicioso para fomentar la productividad y la oferta de mano de obra, impulsar la inversión y el comercio, y aprovechar el potencial del sector de servicios”, apunta el informe.
En opinión del economista jefe y vicepresidente senior de Economía del Desarrollo del Banco Mundial, Indermit Gill, “se podría estar gestando una década perdida para la economía mundial”.
“La disminución en curso en el crecimiento potencial tiene serias implicaciones para la capacidad del mundo para enfrentar la creciente variedad de desafíos exclusivos de nuestro tiempo: pobreza persistente, ingresos divergentes y cambio climático”, apuntó.
Sin embargo, “esta caída es reversible” y “el límite de velocidad de la economía mundial se puede aumentar mediante políticas que incentiven el trabajo, aumenten la productividad y aceleren la inversión”.
De esta forma el desarrollo potencial del PIB se podría impulsar hasta en siete puntos porcentuales (a una tasa promedio anual de veintinueve %) y transformaría una desaceleración aguardada en una aceleración del desarrollo del PIB potencial global.
Entre las recomendaciones del banco de desarrollo para los gobernantes está la formulación de políticas que controlen la inflación, garanticen la estabilidad del campo financiero y reduzcan la deuda, como efectuar un incremento de la inversión en áreas como el transporte, la energía o la agricultura “alineadas con los objetivos climáticos”.
También reducir los costos comerciales, en su mayor parte asociados con el envío, la logística y las regulaciones o capitalizar los servicios a fin de que este campo se transforme en el nuevo motor del desarrollo económico.
Con información de EFE.
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Bogotá (Colombia), 1989. Apasionado por la investigación y el análisis de temas de interés público. Estudió comunicación social en la Universidad de Bogotá y posteriormente obtuvo una maestría en periodismo investigativo en la Universidad de Medellín. Durante su carrera, ha trabajado en diversos medios de comunicación, tanto impresos como digitales, cubriendo temas de política, economía y sociedad en general. Su gran pasión es el periodismo de investigación, en el cual ha destacado por su habilidad para descubrir información relevante y sacar a la luz temas que a menudo se mantienen ocultos.