Evergrande ha comunicado este domingo unas pérdidas netas atribuidas de treinta y tres y doce millones de yuanes (cuatro mil ciento noventa y ocho millones de euros) en el primer semestre de dos mil veintitres. Es una señal más de la crisis del gigante inmobiliario chino, que la semana pasada se acogió a la ley de ruina en Estados Unidos. La junta directiva de la compañía se ha reunido este domingo para aprobar los resultados del primer semestre.
El conjunto lleva arrastrando inconvenientes financieros desde hace años y prosigue sin poder hacer en frente de sus pasivos. Este domingo señaló que al cierre de junio de dos mil veintitres, su pasivo total alcanzaba unos dos con treinta y ocho billones de yuanes (trescientos tres mil setecientos cincuenta y dos millones de euros), un dos con dos% inferior al del ejercicio precedente, mas en torno a un veinticinco% más que a fines de dos mil veinte. De esta cantidad, seiscientos veinticuatro mil setecientos sesenta y cinco millones de yuanes (ochenta y cinco y setecientos uno millones de dólares estadounidenses o setenta y nueve y cuatrocientos sesenta y tres millones de euros) se corresponden a préstamos.
Las cifras asimismo reflejan un descenso del cinco con trece% en el valor del patrimonio total de la compañía respecto al final del ejercicio en dos mil veintidos, al situarse en uno con setenta y cuatro billones de yuanes (doscientos treinta y nueve mil doscientos treinta y uno millones de dólares estadounidenses o doscientos veinti mil ochocientos diecisiete millones de euros).
En el primer semestre de dos mil veintitres, Evergrande facturó ciento veintiocho mil sesenta y siete millones de yuanes (treinta y dos y ochenta y cuatro millones de dólares estadounidenses o veintiocho y quinientos veintinueve millones de euros), lo que representa un incremento del cuarenta y tres% frente al mismo periodo de tiempo en dos mil veintidos. Aparte de las pérdidas operativas, Evergrande atribuyó una buena parte de sus resultados negativos a factores como la devolución de terrenos o a la pérdida de valor por deterioro de activos financieros.
Evergrande aseguró en el documento que tiene “suficientes operaciones comerciales”. La empresa apuntó que está “priorizando la estabilización de las operaciones y la resolución de riesgos” y que está “trabajando con el máximo esfuerzo para garantizar la entrega de las propiedades”.
La promotora publicó el mes pasado con un retraso notable sus cuentas de los ejercicios dos mil veintiuno y dos mil veintidos, en los que registró pérdidas por un monto agregado de quinientos ochenta y mil doscientos once millones de yuanes (unos setenta y dos y quinientos millones de euros). Evergrande padeció pérdidas de cuatrocientos setenta y seis mil noventa y cinco millones de yuanes (cincuenta y nueve y trescientos cincuenta y siete millones de euros) en dos mil veintiuno y de ciento cinco mil ciento dieciseis millones de yuanes (trece y ciento cinco millones de euros) en dos mil veintidos. Las enormes perdidas se debieron a la devolución de tierras, la amortización de propiedades, pérdidas de activos y a los costos financieros. Pese a declarar esos enormes números colorados, los auditores prosiguen sin fiarse de sus cuentas.
Crisis
Los inconvenientes de la que fue la mayor promotora china de residencias son reflejo de la crisis inmobiliaria que ha sacudido China. Evergrande se endeudó para medrar y medrar, mas cuando las ventas se frenaron y las condiciones financieras se endurecieron se halló con un enorme pasivo que suponía una amenaza sistémica para la economía china.
El apoyo estatal y las negociaciones para ir haciendo en frente de sus inconvenientes le han tolerado ganar tiempo y delimitar el impacto, que ha conminado con pegar al ámbito financiero. La empresa comenzó a padecer inconvenientes en dos mil diecinueve que se agudizaron al año siguiente al complicar el Gobierno chino el acceso a la financiación con la que había generado una gran bola de deuda.
Evergrande entró en crisis claramente en dos mil veintiuno. La empresa infringió por vez primera el pago de un bono en dólares estadounidenses en el mes de diciembre de ese año tras meses de inseguridad sobre sus finanzas. En dos mil veintiuno la compañía perdió un noventa% de su valor en la Bolsa de Hong Kong, donde lleva suspendida de cotización desde inicios de dos mil veintidos. El promotor chino, el más endeudado del planeta, pidió el primer día de la semana la reanudación de la cotización de sus acciones. En un comunicado mandado a la bolsa el viernes, Evergrande aseveró haber cumplido todos y cada uno de los requisitos para levantar la suspensión de la cotización de sus acciones, que estaba actual desde el veintiuno de marzo de dos mil veintidos.
Las contrariedades de la mayor promotora desencadenaron la inquietud de analistas e inversores sobre el ámbito inmobiliario chino. Esa preocupación por el ámbito del ladrillo prosigue actual y es una de las primordiales amenazas para la economía china.