Si te has preparado para lanzar tu startup de aplicaciones durante bastante tiempo, es probable que hayas pensado mucho en la viabilidad, validación y potencial de tu idea, especialmente cuando significa la diferencia entre el éxito y el fracaso.

Cuantificar y calificar tus hitos de validación te ayudará a crear una hoja de ruta y un punto de referencia mediante el cual puedes evaluar tu camino mientras reduces tu incertidumbre, dudas y dudas. Aquí hay 8 de los signos más comunes que indican si has validado tu idea.

Una idea de startup es simplemente una solución a un problema. Por lo tanto, los dos pilares clave de cualquier startup son la existencia de un problema y una solución.

Sin embargo, una solución sin problemas no tiene valor, no importa cuán innovadora sea. Pero un problema sin solución sigue siendo un problema al que los clientes encontrarán una forma de resolver, incluso si requiere crear o piratear su propia solución. Sin embargo, no todos los problemas son lo suficientemente grandes como para que los clientes los resuelvan. Por lo tanto, tienes tu primer signo de validación si identificaste un problema que vale la pena resolver.

Realizar estudios de mercado, observar a los clientes de la competencia y entrevistar a compradores potenciales para comprender sus necesidades y expectativas puede ayudarte a refinar la idea de tu aplicación y desarrollar una mejor comprensión de los problemas o desafíos que la aplicación va a resolver.

Antes de comprometerse a desarrollar la idea de tu startup de aplicaciones, es fundamental estudiar a tus competidores y comprender el valor que ofrecen. Luego puedes optar por diferenciar tu solución a través de la innovación radical, la segmentación o simplemente reutilizando un modelo de negocio exitoso existente.

Lo importante es que conozcas la propuesta de valor de tus competidores y tengas una propuesta diferenciada y convincente para su aplicación. La investigación en línea es el primer paso, entrevistar a los clientes viene después.

El desarrollo del cliente es un proceso continuo para cada startup, pequeña o grande, sin embargo, es particularmente importante en la etapa previa al lanzamiento de una aplicación. Implica hablar con tus futuros clientes y usuarios de soluciones competitivas.

Si has tomado medidas de validación cualitativas y desarrollado información sobre el potencial del mercado, las expectativas de los clientes y los atributos del producto que vale la pena desarrollar, estás en el camino correcto.

A medida que utilizas las entrevistas con futuros clientes para desarrollar información útil sobre el mercado y los productos, también verás que las características de tu comprador ideal emergen del conjunto de datos. En pocas palabras, las entrevistas no solo te ayudarán a segmentar el mercado, sino también a identificar su objetivo principal.

Una de las formas más simples y efectivas de validar tu idea es probando y midiendo la urgencia de la necesidad de tu solución para tus clientes ofreciendo su producto en venta o preventa. Si bien el efectivo generalmente es la señal de validación más fuerte, tu experimento no tiene que exigir el pago, especialmente si una campaña de preventa no tiene sentido para tus clientes objetivo o modelo de ingresos.

La idea es probar si tus futuros clientes están interesados ​​en comprometerse con tu producto o inicio, ya sea a través de un contrato, prepago u otros medios de compromiso.

No es suficiente haber identificado un problema que valga la pena resolver, también debes averiguar tu modelo de ingresos. Lo que mejor se adapte a tu aplicación solo se puede determinar durante las primeras etapas de validación cualitativa y cuantitativa.

El correo electrónico es una de las aplicaciones más utilizadas. Piense en todas las funciones que tiene su plataforma de correo electrónico y las funciones que realmente usa. ¿Qué sucede si esas dos o tres características clave se eliminan y ahora te quedas con todas las demás? ¿Seguirías usando el producto? Seguro que no lo harás. Las características principales son imprescindibles y la razón por la que todos los usuarios usan el producto. Si fallan o no existen, el producto falla.

La primera versión de tu producto debe centrarse en probar esas características clave, que te ayudarán a probar las suposiciones más riesgosas sobre el problema y su solución. Además, esta primera versión no tiene que estar completamente automatizada, ya que puede utilizar un enfoque de conserjería, siempre que resuelva el problema y pruebe las características clave.

La mayoría de las veces, tu idea cambiará, y también lo hará tu visión. La claridad puede llevar tiempo en desarrollarse, pero cuando lo haga, podrás mapear su plan de crecimiento y su camino a donde quiera llevar tu startup de aplicaciones. Este signo se desarrollará temprano en la empresa a medida que comience a ganar tracción con su aplicación.

Incluso las mejores ideas de aplicaciones pueden dejar de traducirse en startups rentables y valiosas. Recordar esto y validarlo a fondo puede salvarte de varios errores evitables y proporcionarte una hoja de ruta para iniciar tu aplicación de inicio con éxito.

Juan Pablo Cortez

Bogotá (Colombia), 1989. Apasionado por la investigación y el análisis de temas de interés público. Estudió comunicación social en la Universidad de Bogotá y posteriormente obtuvo una maestría en periodismo investigativo en la Universidad de Medellín. Durante su carrera, ha trabajado en diversos medios de comunicación, tanto impresos como digitales, cubriendo temas de política, economía y sociedad en general. Su gran pasión es el periodismo de investigación, en el cual ha destacado por su habilidad para descubrir información relevante y sacar a la luz temas que a menudo se mantienen ocultos.