El Gobierno ha publicado este martes festivo en el Boletín Oficial del Estado el catálogo de ocupaciones de bastante difícil cobertura del tercer trimestre. Se trata del listado de puestos para los que el Ejecutivo autoriza a las compañías la contratación en el extranjero. La primordial novedad que incluye este nuevo catálogo, como adelantó Forbes Hispano, es la incorporación de situaciones técnicas del ámbito de la construcción, circunstancia que no se había dado hasta el momento. Alén de los puestos que siempre y en toda circunstancia incluye el catálogo relacionados con la navegación (como maquinistas navales o pilotos de navíos mercantes), esta vez el Ejecutivo asimismo autoriza que las compañías contraten en origen carpinteros de aluminio, metálico y pvc; montadores de carpintería metálica, aluminio y pvc; instaladores electricistas de edificios y viviendas; instaladores electricistas, en general; conductores-operadores de grúa en camión; conductores-operadores de grúa fija, en general; y conductores-operadores de grúa móvil.
El secretario de Estado de Empleo, Joaquín Pérez Rey, comentó hace un par de semanas en una entrevista en Forbes Hispano que el catálogo se publicaría “en breve”. Incidió en el mensaje que el Ministerio de Trabajo repite desde hace unos meses, coincidiendo con las protestas patronales por la carencia de empleados en ciertos sectores: “Vamos a ver cuáles son aquellas profesiones donde pueda haber dificultades de contratación de trabajadores. Está claro, y lo tenemos nítidamente constatado, que en España no hay ningún problema de vacantes. No hay ningún dato, empezando por Eurostat, que lo demuestre. No es posible proceder a una apertura generalizada. Donde veamos que pudiera haber alguna dificultad, pues no hay ningún problema en incorporarlos al catálogo”.
Ese diagnóstico ha conducido al Ejecutivo, por vez primera, a autorizar la contratación en origen para puestos de la construcción. El departamento que dirige Yolanda Díaz viene insistiendo en que esto no abre la puerta a contratar peones o capataces, sino más bien situaciones con capacitación concreta como las ya mentadas. Este salto se discutió con sindicatos y patronales a fines de junio.
Entonces, CC OO se mostró en favor del cambio, mas, de la misma manera que el Ejecutivo, mostrando un rechazo frontal a una apertura extendida. El responsable confederal de Migraciones del sindicato, José Antonio Moreno, que es parte integrante de estos debates desde el instante en que se puso en marcha este catálogo en dos mil cinco, aseguraba en el mes de junio que “nunca antes” se habían incluido profesionales de la construcción. Su sindicato apoya la medida con renuencias, “en un acto de buena fe y lealtad institucional”, resaltaba Moreno. “Nosotros defendemos que no hay un problema de vacantes en España, no hay carencia de trabajadores. Pero vamos a hacer una prueba con estas posiciones muy específicas, ya que la autoridad laboral nos transmite que sería bueno planteárselo”, agregó el sindicalista.
El vicesecretario general de Política Sindical de UGT, Fernando Luján, rechaza la incorporación de estas profesiones, mencionando a la alta cifra de desempleados que prosigue registrando España: dos con siete millones y una tasa del once con siete%, prácticamente el doble que la media europea. “Mientras que los servicios públicos de empleo no ofrezcan estas vacantes a estas personas desempleadas, entendemos que no hay razones para importar trabajadores de otros sitios. A pesar de los buenos datos de ocupación seguimos teniendo muchísimos parados”. Con todo, los dos sindicatos defienden dar prioridad a la recualificación de personas desempleadas.
Pedro Fernández, presidente de la Confederación Nacional de la Construcción (CNC), piensa que este nuevo catálogo es “positivo”. Aunque asegura que el ámbito había requerido la incorporación de más situaciones, piensa que las incorporadas son “un buen primer paso”. “Sé que hay empresas interesadas en incorporar a estos trabajadores lo antes posible. Veremos cómo va funcionando, dependerá bastante de la agilidad de la burocracia”, señala Fernández. Detalla que una buena parte de esta mano de obra va a llegar de Latinoamérica.
Aunque estas necesidades laborales a veces se proponen por provincias, las situaciones relacionadas con la construcción marchan en toda España. “La presencia de una ocupación en el catálogo de la zona geográfica de que se trate, implica, para el empleador, la posibilidad de tramitar la autorización para residir y trabajar dirigida a un trabajador extranjero”, explica el SEPE en su página web.
El discute de las vacantes
La discusión sobre los inconvenientes de ciertos campos para hallar mano de obra divide a sindicatos y patronales y al propio Gobierno. El Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, dirigido por los socialistas y con José Luis Escrivá al frente, viene defendiendo una mayor participación de la fuerza laboral en origen para promover el desarrollo económico. El de Trabajo —el que tiene la última palabra, ya que el catálogo depende del Servicio Público de Empleo Estatal—, encabezado por la líder de Sumar, rechaza este alegato. Fuentes conocedoras de las negociaciones que han desembocado en este nuevo catálogo aseguran que Escrivá defendía abrir la contratación en el extranjero a más perfiles. Como Trabajo, Seguridad Social tampoco defiende una apertura general, mas abriría más la mano para las situaciones en las que se identifique escasez de personal formado.
La realidad estadística es que, si bien España avisa más vacantes que jamás (ciento cuarenta y nueve mil seiscientos cuarenta y cinco), la proporción es muy baja en comparación con otros países europeos. España está a la cola europea en esta variable, con un insignificante cero con nueve%, en frente de la media del dos con ocho% y muy lejos de los que más padecen este inconveniente, como Países Bajos (cuatro con siete%), Noruega (cuatro con tres%) o Alemania (cuatro con uno%).
Entre las patronales que más se quejan de no hallar trabajadores están las de la construcción, la hostelería o la metalúrgica. Varias han elaborado sus estudios que apuntan un nivel alto de vacantes, mas Trabajo resalta que la única estadística oficial (la Encuesta Trimestral de Coste Laboral, que realiza el Instituto Nacional de Estadística), rechaza esa conclusión: “En España solo existe esta fuente estadística oficial para medir vacantes. Y es una estadística muy robusta, en la que se pregunta a 28.500 empresas”. Ante las dudas sobre una posible debilidad en esta estadística, dado el contraste entre lo que refleja y lo que afirman las patronales, el ministerio repite que “se basa en una muestra enorme, homologada por Eurostat”. “Nuestra tasa es tan baja porque, lamentablemente, nuestro dato de paro es muy alto”, resaltan en Trabajo.