Los cambios normativos de la reforma laboral no son los únicos que asisten a convertir el mercado de trabajo. También las actuaciones de la Inspección de Trabajo contribuyen a mudar la fotografía fija del empleo. Así, por servirnos de un ejemplo, una parte del recorte de autónomos experimentado en el mes de julio pasado (cuando se perdieron prácticamente siete mil cotizantes) podría atribuirse al hecho de que los Inspectores de Trabajo han seguido este año brotando casos de falsos autónomos a los que fuerzan a hacer trabajadores asalariados. Concretamente, el secretario de Estado de Empleo, Joaquín Pérez Reyes, cifró en diecisiete y quinientos estas conversiones obligadas por la Inspección de autónomos a empleados, entre enero y julio del actual año.

La Inspección de Trabajo, dependiente del Ministerio de Trabajo que dirige la vicepresidenta del Gobierno en funciones, Yolanda Díaz, ya acentuó el año pasado la prosecución de esta clase de fraude laboral, para lo que este cuerpo de inspectores efectuó trece y cuatrocientos cincuenta investigaciones, un treinta y cuatro% más que en dos mil veintiuno. Estas actuaciones llevaron a la imposición de veintisiete y ciento ochenta y tres infracciones y la regularización de treinta y ocho y setecientos setenta y nueve trabajos, un trescientos trece% más que el año precedente (cuando se transformaron en trabajadores por cuenta extraña unos nueve mil cuatrocientos falsos autónomos).

Igualmente, Pérez Rey anunció que la Inspección asimismo forzó a transformar en trabajadores fijos ordinarios a cincuenta y tres trabajadores que tenían contratos indefinidos fijos intermitentes que resultaron ser fraudulentos. Si bien, no ha precisado los resultados de la campaña concreta que ha efectuado la Inspección en esta clase de contratos en el ámbito de la educación, donde se han producido transformaciones masivas de contratos temporales en fijos intermitentes y Trabajo sospecha que ciertos de ellos podrían ser indefinidos ordinarios. Según ha explicado el número dos de Díaz, aún es pronto para ofrecer resultados de esta última campaña, ya que hay que aguardar a ver cuántos de estos trabajadores del ámbito educativo son de nuevo contratados desde septiembre.

En cualquier caso, y ya antes de conocerse dichos resultados, Pérez Rey asimismo atribuyó el fuerte recorte de cotizantes experimentado en la educación en el mes de julio, de más de ciento diez trabajadores, a las conversiones que se vienen haciendo en estas actividades de temporales a fijos intermitentes desde el momento en que entró en vigor la reforma laboral en el primer mes del año de dos mil veintidos.

Una tercera campaña de la Inspección sobre la que el secretario de Estado ha dado cuenta este miércoles se refiere a las seis mil actuaciones en materia de protección de los trabajadores expuestos a temperaturas extremas, tras las que los inspectores han propuesto trescientos treinta euros en infracciones en lo que va de año.

Pérez Reyes ha recordado que la Inspección ha procedido al envío masivo de cartas a todas y cada una aquellas empresas que puedan tener trabajadores “potencialmente” sometidos a temperaturas extremas, tras el cambio de normativa ya antes del verano que deja la modificación de la jornada por esta razón o aun la suspensión de la actividad.

Mercedes Cruz Ocaña