El consejero delegado ha resaltado la improbabilidad de que BBVA supere ese umbral, indicando que, de lograrlo, sería un logro muy ajustado. «Si llegan al 30%, lo lógico es que el consejo decida no continuar, para no arriesgar su propia estabilidad», declaró en una entrevista con Europa Press.
BBVA se enfrenta a un panorama complejo: si no alcanza el mínimo del 50% de aceptación estipulado para la OPA, podría quedarse con un porcentaje entre el 30% y el 50%. Aun así, en tal caso, tendría la opción de lanzar una segunda OPA por todo el capital restante, ya sea en efectivo o con una oferta alternativa, basándose en un precio determinado por la CNMV.
Sin embargo, Sabadell ha cambiado su postura respecto a una posible segunda OPA. González-Bueno mencionó que la posibilidad de que esta se lleve a cabo ha disminuido considerablemente, especialmente tras observar que sólo un 1% de los accionistas minoritarios ha optado por participar en la oferta hasta el momento. Este dato es revelador, ya que alrededor del 40% de los accionistas de Sabadell son minoritarios, un 80% de los cuales tienen sus acciones depositadas en la entidad, representando aproximadamente el 33% del total.
De este grupo, la participación en la OPA hasta ahora es mínima, sugiriendo que el aumento total podría no superar el 4%. Adicionalmente, González-Bueno explicó que los fondos indexados, que componen un 20% del capital de Sabadell, podrían replicar el comportamiento de los otros accionistas, anticipando que el 6% a 7% de ellos podría participar en la oferta.
Entre los accionistas, hay que considerar también el 3.8% del capital que posee David Martínez, quien ha manifestado su intención de participar. Sumando estas contribuciones, Banco Sabadell estima que podría haber una participación total del 12%, además de otros inversores institucionales que representan otro 30% del capital. De esta fracción, alrededor del 15% podría inclinarse hacia la OPA, mientras que el otro 15% podría adoptar una posición de resistencia.
Así, se concluye que lo más probable es que entre un 20% y un 25% de los accionistas participe en la OPA, un cálculo que contrasta con la expectativa de BBVA de superar el 50%. “Si error alguno existe, es improbable, dado que los datos están muy ajustados. Si llegan al 30%, sería un logro mínimo”, aseguró González-Bueno.
Impacto en la Solvencia
Más allá de la baja aceptación, el CEO de Sabadell destacó el impacto financiero que podría acarrear una segunda OPA obligatoria para BBVA. Si la aceptación no supera el 30%, la entidad azul deberá hacer frente a una oferta que podría alcanzar los 12.000 millones de euros para adquirir el capital restante. Considerando que BBVA lleva un excedente de capital estimado en 8.000 millones, esta situación podría forzarlos a realizar una ampliación de capital que tendría efectos dilutivos.
Además, si las acciones de Sabadell continúan aumentando, con un precio de referencia establecido por una potencial segunda OPA, se podría generar un escenario en el que BBVA adquiera las acciones de manera incremental a través del mercado, lo cual podría reducir su eficacia de capital y, por consiguiente, su rentabilidad.
Cuestión del Precio Equitativo
En relación al precio de una posible segunda OPA, Sabadell detalló que BBVA tendrá acceso a la información necesaria entre el 16 y el 17 de octubre. “Si se encuentran por debajo del 30% o superan el 50%, lo sabremos pronto. En caso de estar entre el 30% y el 50%, tendrán 24 horas para decidir su siguiente paso”, explicó González-Bueno.
La CNMV también está considerando cómo establecer el precio equitativo, para que BBVA pueda tomar una decisión bien informada. González-Bueno subrayó que esta situación puede tardar entre tres a cinco meses y que lo crucial es tener claridad sobre el valor de las acciones. «Lo que importa es tener un precio fijo. Si sube, me quedo las acciones. Si baja, son tuyas», concluyó.