La industria de la tecnología en América Latina ha experimentado un tremendo desarrollo en los últimos tiempos. Las start-ups están brotando desde São Paulo en Brasil hasta Santiago de Chile, atrayendo capital emprendedor y talento de todo el planeta. Sin embargo, aún hay un largo camino por recorrer en lo que se refiere a diversidad e inclusión, singularmente para las personas LGBTQ+. La discriminación y exclusión aún existen, singularmente tratándose de financiamiento, contratación y cultura corporativa.
Seis de cada diez personas de la comunidad LGBTQ+ han dicho que su orientación sexual complica su acceso al empleo. Según Proud Ventures, el setenta y cinco% de los creadores LGBTQ+ han aceptado esconder su identidad a los inversores en múltiples etapas. A las personas LGBTQ talentosas se les impide aportar su ser completo y genuino al trabajo, sofocando la innovación, la inventiva y el desarrollo profesional.
Si la industria de la tecnología sudamericana desea competir en el escenario global, debe adoptar de manera plena la diversidad y crear ambientes de bienvenida y apoyo para las personas LGBTQ+. Los futuros líderes globales en innovación tecnológica van a ser aquellos donde las personas de todas y cada una de las orientaciones sexuales e identidades de género puedan progresar.
Si la industria de la tecnología sudamericana desea competir en el escenario global, debe adoptar de manera plena la diversidad y crear ambientes de bienvenida y apoyo para las personas LGBTQ+
Iniciativas como TrueColors LatAm trabajan para impulsar el espíritu empresarial LGBTQ+ en la zona, trabajando con start-ups, capitalistas de peligro y corporaciones para identificar talentos y tener mejores políticas y prácticas internas. Organizaciones como Viwala, que dan financiamiento de deuda a creadores LGBTQ en México, y comunidades digitales, como PrideMX, que dan una comunidad y un mercado para los dueños de negocios LGBTQ+, son esenciales para crear más ocasiones económicas para esta comunidad históricamente pasada por alto. Pero aún se precisa hacer más trabajo.
El futuro es queer, construyámoslo juntos. Al asegurar la plena inclusión de los trabajadores LGBTQ+, el creciente ecosistema de start-ups de América Latina puede mostrarle al planeta de qué forma la innovación tiene éxito cuando todos son bienvenidos
La inclusión en último término favorece a todos. Los equipos diferentes son más creativos, toman mejores resoluciones y reflejan las necesidades de una base de clientes del servicio diversa. Nadie debería sentirse no bienvenido en la tecnología, una industria que tiene el potencial de prosperar la vida de todas y cada una de las personas.
El campo tecnológico de América Latina ha recorrido un largo camino, mas aún tiene trabajo por hacer. El futuro es queer, construyámoslo juntos. Al asegurar la plena inclusión de los trabajadores LGBTQ, el creciente ecosistema de start-ups de América Latina puede mostrarle al planeta de qué forma la innovación tiene éxito cuando todos son bienvenidos.
Monterrey (México), 1990. Estudió una licenciatura en comunicación y comenzó trabajando en medios locales de su ciudad, como periódicos, revistas, estaciones de radio o canales de televisión. Tiene un gran interés por la cultura mexicana, incluyendo la música, la comida y la historia. Es un apasionado de los deportes, especialmente del fútbol.