La cuestión de qué es preciso para inventar el futuro en un planeta turbulento e dudoso como el presente, de de qué manera las compañías establecidas pueden sostenerse fieles a sus promesas originales mientras que se transforman en relevantes para los nuevos clientes del servicio con diferentes valores y preferencias y de qué manera los ejecutivos especialistas pueden estar seguros de que todo cuanto saben no va a limitar su imaginación.
Estas preguntas, entre otras muchas, son las que apartan a las organizaciones y líderes para los que los mejores años están por venir de las que están bloqueadas anteriormente, Los líderes del primer conjunto, conforme el creador, se pueden clasificar en 4 categorías:
Una de las grandes satisfacciones de ser un líder es la posibilidad de ser enseñantes de los cooperadores jóvenes, compartiendo la sabiduría adquirida durante su carrera. Pero tratándose de inventar el futuro los líderes más eficientes son aquellos que tiene sed voraz de aprender. Los líderes creativos se preguntan si aprenden tan veloz como cambia el planeta.
Cuanto más tiempo hemos trabajado en un ámbito y más éxitos hemos tenido más bastante difícil resulta ver nuevos patrones y posibilidades y nuevos caminos a continuar. Con demasiada frecuencia los altos ejecutivos dejan que el conocimiento que tienen limite su imaginación. Esto forma un enorme inconveniente pues no podemos inventar el futuro si nos aferramos a ideas pasadas de tendencia, si bien hayan funcionado anteriormente.
El liderazgo tiene un componente sensible aparte del intelectual. De qué manera nos presentamos y la actitud que mostramos marca un tono de lo que es requerido para hacer cambios profundos en tiempos turbulentos. John Gardner, legendario especialista sobre la vida de las organizaciones sostenía que los grandes líderes exudan un optimismo terco y que el futuro no es moldeado por las personas que no creen verdaderamente en él. Lo crean aquellos que están muy motivados y son entusiastas, que desean algo mucho o que creen en algo de forma profunda.
Existe un secreto obscuro sobre el futuro que la mayor parte de nosotros no deseamos encarar: hasta los descubrimientos más excitantes se han construido sobre las ruinas de proyectos que se desmoronaron, productos que fracasaron o ideas que fallaron. Esta es la razón por la cual los líderes que son capaces para el futuro apoyan gran cantidad de ideas, siendo conscientes que la mayoría de ellas no resultarán como se habían planeado, para descubrir que unas pocas conseguirán unos resultados superiores a lo que absolutamente nadie podría imaginar. Estos líderes comprenden que no existen éxitos sin descalabros y progreso sin obstáculos.
En cualquier campo los líderes que movilizan sus organizaciones cara el futuro son aquellos que son capaces de reimaginar lo que siempre y en toda circunstancia han hecho, reinterpretan y renuevan los productos que ofrecen y proponen peligrosos ensayos para crear cosas nuevas.
Bogotá (Colombia), 1989. Apasionado por la investigación y el análisis de temas de interés público. Estudió comunicación social en la Universidad de Bogotá y posteriormente obtuvo una maestría en periodismo investigativo en la Universidad de Medellín. Durante su carrera, ha trabajado en diversos medios de comunicación, tanto impresos como digitales, cubriendo temas de política, economía y sociedad en general. Su gran pasión es el periodismo de investigación, en el cual ha destacado por su habilidad para descubrir información relevante y sacar a la luz temas que a menudo se mantienen ocultos.