Plantar más árboles podría reducir en una tercera parte las muertes provocadas por las elevadas temperaturas de verano en urbes, conforme revela una investigación difundido por The Lancet.

Un equipo de investigación de Barcelona encontró que de las seis mil setecientos muertes prematuras en urbes europeas a lo largo de dos mil quince, una tercera parte de estas (dos mil seiscientos cuarenta y cuatro) podrían haberse prevenido si se hubiesen aumentado los árboles urbanos en un treinta%.

La sombra de los árboles como factor de protección

Su estudio encontró, además, que la sombra que dan los árboles redujo las temperaturas urbanas en una media de cero con cuatro grados a lo largo del verano.

“Ya sabemos que las elevadas temperaturas en ambientes urbanos están asociadas a resultados de salud negativos, como fallos cardiorrespiratorios, admisiones hospitalarias y muertes prematuras”, apuntó la primordial autora del estudio, Tamara Iungman, del Instituto de Barcelona de Salud Global.

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El objetivo de la investigación, apuntó la especialista, es “informar a las autoridades sobre los beneficios de integrar de forma estratégica las infraestructuras verdes en la planificación urbana a fin de fomentar ambientes urbanos más sustentables, resilientes y contribuir a la adaptación y mitigación del cambio climático”.

Mortalidad por calor en verano

Para llegar a estas conclusiones, los estudiosos estimaron las tasas de mortalidad de residentes mayores de veinte años en noventa y tres urbes europeas entre junio y agosto de dos mil quince, unos cincuenta y siete millones de habitantes en suma.

Tras examinar los datos, basándonos en dos modelos de estudio diferentes, concluyeron que seis mil setecientos muertes prematuras podrían atribuirse a temperaturas urbanas más calurosas a lo largo de los meses de verano, un cuatro con tres% de la mortalidad estival y el uno con ocho% de la mortalidad anual.

Según el estudio, esto corresponde con el 39,5% de todos y cada uno de los fallecimientos atribuidos a temperaturas urbanas más cálidas, uno con ocho% de todas y cada una de las muertes del verano y a un cero con cuatro% de las muertes anuales.

“Nuestros resultados sugieren que hay grandes impactos en la mortalidad debido a las temperaturas más calurosas en las urbes, y que estos impactos podrían reducirse parcialmente acrecentando la cobertura que dan los árboles para asistir a enfriar los ambientes urbanos”, apunta por su lado el coautor Mark Nieuwenhuijsen, directivo de Planificación Urbana, Medioambiente y Salud del Instituto de Barcelona de Salud Global.

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Andrea Gomez

San Salvador (El Salvador), 1997. Desde pequeña ha sentido una gran pasión por la escritura y la investigación, lo que la llevó a especializarse en reportajes de impacto social. En su tiempo libre, disfruta de la lectura de novelas históricas y de misterio, y también es una gran amante de la música, especialmente del rock latinoamericano. Además, es una ávida viajera, y ha tenido la oportunidad de visitar algunos países de América Latina y Europa para conocer diferentes culturas y enriquecer su visión del mundo.