Muchas empresas han optado en estos últimos años por regresar a unificar a sus empleados con el fin de lograr implantar en la plantilla no solo una imagen unificada de sus valores empresariales, sino más bien un sentimiento grupal en el que prosperar la implicación del trabajador respecto a sus compañeros y a la compañía. Atrás quedan los uniformes recios para dar la bienvenida a una indumentaria de trabajo considerablemente más cómoda y flexible.

Con esto en psique, empresas como masuniformes, que llevan más de setenta años en el ámbito, apuestan por un enorme abanico de tejidos y diseños adaptados con los que crear la indumentaria laboral ideal para cada género de empresa o negocio. Y es que cada trabajador, desde los de más alto rango, como aquellos que se terminan de añadir a la compañía, se van a ver favorecidos al cumplir con los códigos de indumentaria con una imagen personal considerablemente más profesional, muy elegante y propia con la que sentirse una parte del proyecto.

El objetivo principal de un código de indumentaria en una empresa es lograr que los empleados vistan de forma conveniente y acorde a la imagen de la compañía. De hecho, hay un código de indumentaria tácito en multitud de campos profesionales como los que se observan en los despachos de abogados, empleados de la banca o en las instituciones sanitarias. También ocurre con campos más creativos como los relacionados con las artes y la moda.

De este modo, se logra que cada miembro se identifique no tanto con su puesto, sino más bien con la imagen de la compañía de la que forma parte.

Las ventajas de incorporar un código de indumentaria en cualquier empresa son:

  • Aumento de la productividad al influir de forma positiva en la motivación del trabajador para con la compañía.
  • Se fortalece el compromiso al hacer sentir al trabajador una parte de exactamente la misma fortaleciendo su confianza al invertir, merced al uniforme, en su imagen y comodidad a lo largo de las horas laborales.
  • Relaciones laborales considerablemente más positivas al prosperar el entorno entre compañeros que se sienten una parte de un mismo equipo.

También es esencial no olvidar que cada empresa precisa dar a conocer su código de indumentaria a los empleados y que, del mismo modo, siempre que sea posible se debe dar ese toque personal en cada prenda para que, además de sentirse parte de un grupo empresarial, se sientan especiales y responsables de su trabajo para el bien de exactamente la misma.

La vestimenta de trabajo debe cumplir una serie de requisitos para cumplir con todas las necesidades del trabajador. En este caso, la principal de ellas debe ser en todo momento la seguridad para impedir posibles accidentes laborales. Evidentemente esto varía según la empresa y especialización. No necesitará exactamente la misma protección un mecánico que un hostelero, pero ambos necesitan que su uniforme cubra sus necesidades con respecto a seguridad laboral.

Toda vestimenta de trabajo suele estar adaptada al tipo de actividad que se realiza, por lo que es imprescindible conocer qué tipo de materiales y tejidos son necesarios utilizar para cada tipo de uniforme. Por ello, la ropa de trabajo tiene que ser cómoda y práctica a fin de que, en ningún caso, el trabajador pueda preferir llevar su ropa habitual. No ensuciar su ropa y asegurar la duración del uniforme durante más tiempo también hará que el empleado prefiera seguir el código de vestimenta de la empresa.

Llevar la vestimenta adecuada durante la jornada laboral ayuda a los empresarios a reconocer a sus empleados, a darle un puesto de importancia y una forma sencilla de sentirse una parte de un proyecto mayor en el que prosperar profesionalmente. Además, ahora con empresas como masuniformes vamos a poder personalizar al límite cada uniforme para crear una compañía más unida que fortalezca la imagen de la marca de forma interna y de cara al cliente del servicio.

Juan Pablo Cortez

Bogotá (Colombia), 1989. Apasionado por la investigación y el análisis de temas de interés público. Estudió comunicación social en la Universidad de Bogotá y posteriormente obtuvo una maestría en periodismo investigativo en la Universidad de Medellín. Durante su carrera, ha trabajado en diversos medios de comunicación, tanto impresos como digitales, cubriendo temas de política, economía y sociedad en general. Su gran pasión es el periodismo de investigación, en el cual ha destacado por su habilidad para descubrir información relevante y sacar a la luz temas que a menudo se mantienen ocultos.