En sitio de ceder a la mitología emotivamente atrayente mas enormemente falsa sobre las peculiaridades de los empresarios jóvenes sepa que los más triunfantes acostumbran a empezar mucho después de lo que se le ha hecho pensar.

En febrero de dos mil cuatro, Mark Zuckerberg lanzó Facebook desde su dormitorio de Harvard a la edad de diecinueve años. Para ese verano, Zuckerberg se mudó a sí mismo y a la compañía a Silicon Valley y jamás miró cara atrás.

En los próximos 8 años, Facebook atrajo a medio billón de usuarios y prácticamente us$ siete billones en inversiones de capital de peligro, en su camino cara una OPV de mayo de dos mil doce que valoró a la compañía en más de us$ ochenta y uno billones. Hoy, Meta (Facebook) tiene más de mil millones de usuarios. Zuckerberg prosigue siendo CEO y, a los treinta y ocho años, tiene un patrimonio neto estimado de $ cincuenta y siete con cuatro billones, en el top quince de las personas más ricas del planeta.

Es una historia alucinante. Tan alucinante, en verdad, que Hollywood hizo una película sobre ella. Y si bien la historia de Mark Zuckerberg y Facebook sin duda inspiró a una generación de jóvenes emprendedores y reelaboró su imaginación sobre lo que es posible, la gente olvida sencillamente que una gran parte de lo que hace que la historia sea contundente es que es tan infrecuente. Mark Zuckerberg no solo es un caso atípico, asimismo es un caso atípico entre los atípicos.

Los estudiosos han sabido por un tiempo que la edad pico para el emprendimiento general ocurre en torno a la mitad de la carrera (mediados de los treinta a mediados de los cuarenta), mas un influyente estudio académico publicado en dos mil diecinueve muestra qué equivocada es la narrativa popular de que veinte y tantos millonarios tecnológicos son la regla aun para emprendimientos de alto desarrollo y alta tecnología.

Los economistas Pierre Azoulay, Benjamin Jones, Daniel Kim y Javier Miranda examinaron datos del gobierno sobre los creadores de todas las compañías estadounidenses que se comenzaron a lo largo de un periodo reciente de 8 años (dos mil siete-dos mil catorce). Este conjunto de datos de uso limitado en la Oficina del Censo de EE. UU., dejó a los estudiosos conseguir una visión precisa y completa de todas y cada una de las actividades de comienzo de negocios en Estados Unidos.

Los autores calcularon la edad promedio del creador (en el instante de la fundación) desde las peculiaridades clave de comienzo (industria, financiamiento, patentes, localización) y los resultados (hipercrecimiento, adquisición o IPO). Ahora se muestra la edad promedio del creador durante estas dimensiones:

Todas las compañías (con cuando menos un empleado): cuarenta y dos años.

0.1% de empresas de más veloz crecimiento: cuarenta y cinco años

Industria de alta tecnología: cuarenta y tres años

Con respaldo de riesgo: cuarenta y dos años

Patentes archivadas: cuarenta y cinco años.

Salida triunfante (adquisición o salida a bolsa): cuarenta y siete años

Ubicado en Silicon Valley: cuarenta y dos años

Ubicado en un centro empresarial: cuarenta y uno años.

Los datos muestran que la edad en el instante de la fundación de la compañía prosigue aproximadamente una distribución estadística normal («Curva de Bell»), con una edad de fundación máxima en todas las compañías de los Estados Unidos (línea azul) entre finales de los años treinta y principios de los cuarenta. Pero para el uno por ciento de las compañías de más veloz desarrollo (línea roja), la curva de edad del creador se empuja más cara la derecha (creadores de más edad), con una edad pico agrupada a mediados de los años cuarenta.

Edad promedio de los creadores de start-ups de veloz crecimiento

Los jóvenes creadores de entre veinte y treinta años tienen menos probabilidades de comenzar compañías de alto desarrollo en comparación con su participación en el total de compañías fundadas (línea roja bajo la línea azul en el lado izquierdo del gráfico). Por el contrario, los creadores de cuarenta años o más tienen más probabilidades de comenzar negocios de alto desarrollo con relación a su contribución del total de empresas fundadas (línea roja sobre la línea azul en el lado derecho del gráfico).

A continuación, vemos dos tablas que muestran la edad promedio del creador por geografías clave (panel superior) o resultado de éxito (panel inferior).

Cada tabla tiene 4 columnas, primero para todas las compañías y después para 3 géneros de definiciones de tecnología: la primera por industria, la segunda por respaldo de capital de peligro y la tercera por patentar.

Como muestran los datos, la edad promedio de la compañía es bastante afín en todas y cada una estas dimensiones, con todas y cada una de las definiciones de start-ups de alta tecnología y alto desarrollo que tienen una edad promedio de creador más alta que para el punto de referencia de todas las compañías.

Una salvedad es que los creadores de empresas de alta tecnología y con respaldo de peligro en Silicon Valley y otros centros empresariales clave tienden a ser un tanto más jóvenes que los creadores de todas las compañías en esas zonas, mas las diferencias son pequeñas. De todos modos, la edad promedio de estos creadores es aproximadamente en torno a los cuarenta años, considerablemente mayor que la narrativa popular de la deserción universitaria de mediados de los años veinte.

Finalmente, el estudio muestra que, condicional al comienzo de una compañía, la probabilidad de conseguir un «alto éxito» (el cero con uno% de las compañías de desarrollo más veloz o la salida triunfante) es más baja para los creadores en sus primeros veinte años y aumenta de forma lineal así como el creador edad hasta finales de los años cincuenta.

Aunque la probabilidad de empezar una compañía reduce entre estos trabajadores de más edad, aquellos que lo hacen tienen más probabilidades de lograr el éxito.

Y sí, es verdad que hay más valores atípicos (esto es, creadores más jóvenes de start-ups muy triunfantes) en campos como el software y en zonas líderes como Silicon Valley, lo que ayuda a explicar ciertas de estas pequeñas diferencias. Pero, normalmente, este trabajo prueba que muchas de las compañías de mayor impacto en los Estados Unidos son fundadas por creadores que son considerablemente más viejos de lo que sugiere la narrativa popular.

En sitio de ceder a la mitología emotivamente atrayente mas enormemente falsa sobre las peculiaridades de los empresarios de alto desarrollo, alta tecnología y alto impacto, sepa que los más triunfantes no son los jóvenes sino más bien los que acostumbran a empezar mucho después de lo que se le ha hecho pensar.

Juan Pablo Cortez

Bogotá (Colombia), 1989. Apasionado por la investigación y el análisis de temas de interés público. Estudió comunicación social en la Universidad de Bogotá y posteriormente obtuvo una maestría en periodismo investigativo en la Universidad de Medellín. Durante su carrera, ha trabajado en diversos medios de comunicación, tanto impresos como digitales, cubriendo temas de política, economía y sociedad en general. Su gran pasión es el periodismo de investigación, en el cual ha destacado por su habilidad para descubrir información relevante y sacar a la luz temas que a menudo se mantienen ocultos.