La guerra comercial entre Estados Unidos y China ha escalado en los últimos tiempos y el país de Norteamérica tiene el ojo bien puesto en los movimientos del dragón colorado asiático. Por ejemplo, monitorea cada paso que China da en Latinoamérica.

Como reportó FORBES, el gobierno estadounidense observa desde la diplomacia hasta las relaciones económicas que China tiene con las economías sudamericanas, mas hay otro plan del gigante asiático que ha llamado la atención de EE.UU.

Se trata del Made in China dos mil veinticinco, un plan con el que el como el gigante asiático busca contrarrestar el liderazgo global de Estados Unidos. Una investigación del Congreso estadounidense refiere que el propósito es “obtener una situación de liderazgo económico y tecnológico mundial por medio de una gama de políticas industriales y de ciencia y tecnología dirigidas por el Estado”.

“Estas políticas presentan un papel esencial del Gobierno en la dirección y el financiamiento de empresas de China para adquirir tecnología extranjera y capacidades relacionadas, incluyendo la investigación y el talento básicos y aplicados en áreas donde Estados Unidos ha sido a lo largo de bastante tiempo un líder mundial y tiene fuertes ventajas comparativas”, afirma el documento consultado por FORBES.

Esto ha levantado preocupación en el Congreso de Estados Unidos, cuyos miembros estiman que si el ambicioso plan Made in China dos mil veinticinco tiene éxito, puede minar el liderazgo tecnológico estadounidense y “trasladar aún más la producción e investigación avanzadas a China”. El gigante asiático desea liderar toda la cadena de valor, no solo ciertos segmentos, de tecnologías clave avanzadas y emergentes.

Parte de esta disputa por el control de la tecnología y sus aplicaciones ya se ha visto en la prohibición, hasta el momento solo de móviles para uso oficial del gobierno federal y de unas decenas y decenas de estados, de la aplicación TikTok, propiedad de la compañía china ByteDance, bajo el razonamiento de que el gobierno de China podría acceder a los datos personales de los millones de usuarios de la aplicación de vídeos cortos que ha depuesto a Facebook e Instagram.

¿De qué va el plan tecnológico de China?

En noviembre de dos mil veintidos el Partido Comunista de China, en su veinte Congreso, acordó fortalecer su enfoque en innovación tecnológica como motor central del desarrollo de su país, algo que ya había establecido en su Plan de Mediano y Largo Plazo de Ciencia y Tecnología dos mil seis-dos mil veinte. Pero en dos mil quince el Consejo de Estado de China emitió Made in China dos mil veinticinco.

Se trató de “un extenso conjunto de planes industriales que apuntan a impulsar la competitividad a través de el avance de la situación de China en la cadena de valor de fabricación global, ‘saltando’ a las tecnologías emergentes, y reducir la dependencia de empresas extranjeras”. Esto implica la adquisición, absorción y adaptación de tecnología extranjera por la parte de entidades chinas para reelaborarlas y hacerlas propias, apunta el Congreso de Estados Unidos.

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El Made in China dos mil veinticinco está basado en diez ámbitos estratégicos en los que el gigante asiático desea acrecentar su participación durante toda la cadena de valor. “En semiconductores, por poner un ejemplo, esto incluye diseño, sistemas operativos, producción, empaque, pruebas, equipos y materiales”.

El plan chino se centra en la fabricación avanzada y busca convertir la economía de China de una que acopla recursos a una que inventa los productos que fabrica. Los objetivos concretos incluyen los siguientes:

Para dos mil veinticinco. Impulsar la calidad de fabricación, la innovación y la productividad laboral; conseguir un nivel avanzado de tecnología integración; reducir el consumo de energía y recursos; desarrollar empresas y centros industriales globalmente competitivos.Para dos mil treinta y cinco. Alcanzar un nivel de desarrollo que esté a la par con la industria global en “un nivel intermedio”, progresar la innovación, conseguir esenciales avances en tecnología, liderar la innovación en industrias concretas y establecer estándares globales.Para dos mil cuarenta y nueve. Liderar la fabricación y la innovación a nivel del mundo con una situación competitiva en tecnología avanzada y sistemas industriales.

La investigación del Congreso de Estados Unidos apunta que “esta data coincide con el centenario de la fundación de la República Popular China”.

¿De qué manera ejecutar el Made in China dos mil veinticinco?

Fuente: Congreso de Estados Unidos

El plan Made in China dos mil veinticinco fija asimismo estrategias de incentivos fiscales y otras para conseguir sus objetivos. De pacto con el documento del Congreso de Estados Unidos consultado por FORBES, una de estas medidas son incentivos fiscales a fin de que empresas extranjeras trasladen su producción, investigación y desarrollo a China.

El gobierno asiático “utiliza reglas, propiedad intelectual, competencia y políticas de adquisiciones, y otros términos que procuran trasferir conocimientos técnicos extranjeros a entidades de la República Popular China y usar distribuidores de la República Popular China para componentes clave”.

“Empresas conjuntas forzadas y sociedades” es otra estrategia. “Las regulaciones formales y las prácticas informales de China demandan que una compañía extranjera se asocie con una entidad de la República Popular China y lleve a las compañías extranjeras a empresas conjuntas forzadas”.

“En muchos ámbitos (por poner un ejemplo el aeroespacial), China aprovecha su papel como un comprador esencial para presionar por empresas conjuntas y trasferencia de tecnología para desarrollar capacidades autóctonas. En la mayor parte de los casos, el asociado de la compañía extranjera es una compañía estatal o el gobierno de la República Popular China”.

China asimismo ha apostado por los subsidios. “Los fondos de orientación del gobierno de la República Popular China (Government Guidance Funds, GGF, por sus iniciales en inglés) encauzan la financiación estatal a las compañías de la República Popular China en apoyo de la I+D nacional y las adquisiciones en el extranjero”.

“Los GGF de manera frecuente toman una participación o un asiento en el directorio de las compañías que financian y pueden influir en la toma de resoluciones corporativas”.

China asimismo promueve el regreso de los deportados y la contratación de talento extranjero. “Muchas empresas de tecnología de la República Popular China (por poner un ejemplo, Alibaba, Baidu, Tencent y TikTok) tienen centros de I+D en Estados Unidos, que de manera frecuente se asocian con universidades estadounidenses. Muchos ciudadanos chinos participan en investigaciones financiadas por el gobierno federal en áreas que se sobreponen con las tecnologías del Made in China 2025”.

Para contrarrestar este ambicioso plan chino, el documento del Servicio de Investigación del Congreso de Estados Unidos sugiere al Legislativo examinar la eficiencia de las herramientas y políticas estadounidenses en la práctica (por poner un ejemplo, control de exportaciones, inversión extranjera y antimonopolio) para contrarrestar las políticas industriales de China.

También examinar la “implementación de pactos recientes y negociación de nuevas reglas y la trayectoria futura de los vínculos tecnológicos entre Estados Unidos y la República Popular China y de qué manera el comercio, la inversión y la trasferencia de tecnología actuales podrían afectar la competitividad de Estados Unidos”. Es así que la batalla entre las grandes superpotencias mundiales está lejos de terminar.

Andrea Gomez

San Salvador (El Salvador), 1997. Desde pequeña ha sentido una gran pasión por la escritura y la investigación, lo que la llevó a especializarse en reportajes de impacto social. En su tiempo libre, disfruta de la lectura de novelas históricas y de misterio, y también es una gran amante de la música, especialmente del rock latinoamericano. Además, es una ávida viajera, y ha tenido la oportunidad de visitar algunos países de América Latina y Europa para conocer diferentes culturas y enriquecer su visión del mundo.