Para progresar el desempeño e introducir las novedades hay que aprender a crear. Se puede ser creativo sin ser renovador, un creativo puede producir muchas ideas sin saber de qué forma llevarlas a la práctica y ser como un libre que calienta la pava mas que no puede tomarse el mate.
Dicen que Dios hizo al hombre a su imagen y similitud y que le trasfirió su poder autor. Al animal lo hizo completo mas al hombre lo trajo al planeta a medio hacer, a fin de que exactamente el mismo sea el responsable de edificar su destino. La educación es la que debe encargarse de sacar de adentro el potencial que traemos al nacer. Así como a un soldado se le enseña a emplear el arma, los pequeños han de saber emplear su herramienta que es su cerebro.
Cuando vemos en alguien un desempeño inusual, no es una máquina, como se acostumbra a decir, sino ha descubierto su genio interior, que es su esencia divina, lo que a su vez produce su empowerment o poder interior.
Según la teoría de las inteligencias múltiples todos lo traemos de factoría. Educar procede de educare, que significa sacar de adentro el potencial. El primer descubrimiento es encontrar al genio, la inteligencia que orienta a el resto, es la inteligencia espiritual o vocacional.
El ser creativo cuando es renovador es el mejor imitador que tiene Dios en la tierra.
Dios no creo el planeta de súbito, lo hizo en siete días lo que revela la relevancia de un buen plan de acción, puesto que si se falla al planear se planea fallar.
El inconveniente se encuentra en que la educación no enseña al ciudadano medio a efectuar sus ideas, ni a dominar las nuevas tecnologías que abren un sinfín de ocasiones.
La pandemia catalizó esta capacidad de producir cosas nuevas poniendo el foco es producir ideas. El factor común es aprender a ver lo que otros no ven. Desarrollar soluciones es comprometerse con el cambio e incluye habilidades blandas como la escucha activa, comprender lo que sucede, relacionarse con pares y efectuar estudios para llegar a mejores propuestas basándonos en la cooperación y prestando atención a las fuentes externas que dejan meditar de otro modo. Deben ser curiosos, capacitarse de manera constante y insistir en el aprendizaje progresivo. Hay que acentuar lo general sobre lo particular y dar un rol más importante a quienes a las tecnologías, por el hecho de que, alén del potencial del software y del hardware, las ideas siempre y en toda circunstancia brotan de los equipos.
Pensar fuera de lo común, o meditar fuera de la caja como traducción textual del inglés thinking out of the box, es una metáfora que significa meditar de modo no usual, desde una nueva perspectiva. Esta expresión se refiere al pensamiento creativo.
Se una parte de una metáfora, que todo cuanto se sabe, se cree o se ha vivido está en una caja. El hombre está en el centro, rodeado por todo lo que le han enseñado o que ha aprendido a través del ejemplo, la experiencia, la educación, etc.Pensar fuera de la caja implica dejar a un lado todo eso y buscar soluciones excepcionales a inconvenientes ordinarios. Es ir alén de lo obvio, de lo rutinario o de lo que todo el planeta ve.
Pensar fuera de la caja deja mudar lo que tenemos tan interiorizado que no deja ver meridianamente la realidad. Einstein afirmó que para conseguir resultados diferentes no se debe hacer siempre y en toda circunstancia lo mismo. La lógica nos lleva de A hasta B y la imaginación a cualquier parte.
Se puede mudar la manera de meditar poniéndose en el sitio del otro.
Cuando alguien afirma pienso … ¿piensa verdaderamente o repite un cassette?
Cuando se dice: estuve pensando en vos, realmente no se estuvo pensando sino más bien recordando. Para romper con la rutina, se usa el role playing con los seis sombreros de Edward de Bono.
Así se va a poder abordar cualquier tema sin temor: el queda protegido por el hecho de que el rol playing es impersonal y se deriva del papel interpretado. El ego va a salir de vacaciones y no refrenará al pensador. Es una técnica fácil que dirige la atención cara áreas que frecuentemente no se visitan, plantea puntos de vista que alteran la activa frecuente del cerebro al admitir el reto de recorrerlas, en el pasaje de la pretensión a la acción.
El actor busca los hechos separados de sus opiniones sobre exactamente los mismos y se pregunta: ¿qué elementos tengo?, ¿son reales o probables?, ¿los puedo contrastar ? En este rol no se busca encajar los datos para ganar una discusión, sino más bien ser objetivo y neutral.
Actúa desde la emoción, la intuición o la preferencia sin precisar justificarla. El intérprete se pregunta: me huele mal ¿no sé por qué? El sombrero colorado libera la percepción y deja brotar a la intuición sin esconder el sentimiento, legitima la expresión.
Usa la lógica para decir que no, acepta el lado negativo de la situación. Critica sin miedo a destruir, por el hecho de que esa es su función. Otros sombreros pueden encararlo.
Es optimista y alegre. Busca el lado positivo para conseguir que las cosas ocurran. Recuerda y aplica mejor las viejas ideas, es edificante, ve la parte llena de la botella.
Es el de la esperanza que busca provocar la novedad. Pasa del juicio al movimiento. Se pregunta: ¿qué idea nueva u observación creativa produciré hoy?
Coordina y dirige la orquesta de los sombreros afinando los instrumentos. Valora su aporte melódico y los sintetiza dependiendo de la prioridad. Define la agenda.
Cambiar el punto de vista evita caer en el automatismo perceptivo provocando el caos creativo. Y para pasar a la acción: se saca los sombreros, por el hecho de que el exceso de análisis provoca parálisis.
Un acertijo es la ocurrente descripción, en prosa, de un mensaje que el receptor debe descubrir. Es alucinante enfrentar un misterio y no se es por entero feliz hasta el momento en que no se lo desentraña. Es por eso que los acertijos resultan tan atractivos.
La estrategia del adiestramiento es aprender a producir una factoría de ideas y relaciones productivas, siendo el cerebro su primordial protagonista. La primordial ventaja del adiestramiento cognitivo basado en la solución de inconvenientes originales es que se trata de una gimnasia que no es sencillo practicar en la vida rutinaria, basada más bien en la reiteración de rutinas.
Ante un acertijo hay que ponerse a observar, a producir hipótesis interesantes y creativas, a relacionar como resulta lógico las premisas. Los ejercicios son siempre y en toda circunstancia diferentes y amplifican el repertorio de contestaciones. Veamos un acertijo de observación.
La mayoría de las personas no la pueden ver.
Las mejores ideas semejan salir de la nada, cuando uno está en este estado. Pueden surgir en el sueño o en estado consciente. Para aprender a soñar hay que registrar los sueños e identificar sus patrones. También se pueden programar en la vigilia a fin de que el cerebro, que es la mejor computadora del planeta, asista a solventar inconvenientes de manera creativa, activando al gigante dormido (el hemisferio derecho). El potencial de la mezcla entre sueño y vigilia es enorme y depende de la imaginación y de la motivación.
Se fundamenta en pretensiones claras y deseos fuertes, buscando que los programas se activen al dormir, para alterar el planeta real en el planeta onírico. Las mejores ideas nacen en cama, en el baño y en el colectivo, cuando el hemisferio izquierdo dominante se duerme. Un genio de los sueños transformados realmente, Walt Disney, lo dijo: “Si lo puedes soñar lo puedes hacer”.
Hay que salir de los patrones e añadir novedades y darles la bienvenida. Sin embargo como afirmó Pasteur el azar solo favorece a las psiques preparadas. El rey Serendipo formaba a sus 3 hijos, los príncipes debían viajar y solventar inconvenientes para aprender a regir. Así hallaban contestaciones a inconvenientes nuevos y descubrían cosas involuntariamente. Navegaban dejando que el azar ordenara sus vidas. Serendipidad o buena fortuna menciona a los descubrimientos por azar. El éxito no es casual. La buena suerte precisa aprender un procedimiento para viajar por la vida, provocar el azar y atraer la buena suerte.
La filosofía es gozar del viaje, se puede circular sin descubrir nada o haciendo de cada momento una ocasión. Para conseguirlo se precisa tener la mentalidad de un pequeño. Los autores de buena suerte sienten curiosidad, apertura y una constancia obsesiva. Si el espíritu se hace idea, la idea proyecto y el proyecto logro, desea decir que la buena suerte los habita.
Las cuatro A de la educación son Aprender a ser, aprender a aprender, aprender a hacer y aprender a convivir. Hoy se añadió una nueva que es la A de aprender a desaprender. Es que las opiniones y las herramientas se vuelven obsoletas frente al cambio mareante provocado por las nuevas tecnologías. Esta situación implica mudar la actitud con la que se encaran los inconvenientes aun las opiniones que uno mismo tiene.
Esto implica escoger lo que significan para uno y conseguir la libertad de escoger considerando el punto de vista personal como uno más. En contraste a meditar que esto es un límite se pueden realizar factores y metas para abrir el panorama.
Se trata de añadir el hábito de preguntarse y cuestionar el porqué de las cosas, sin quedarse con la contestación simple. Hay que darle cabida al absurdo y trabajar por ensayo y fallo.
Cuando un inconveniente semeja insoluble, meditar fuera de la caja es procurar conseguir un enfoque completamente diferente que absolutamente nadie más pudo ver. Si alguien se queda en su zona de confort: se siente cómodo, mas nada pasmoso va a poder pasar. En cambio al trabajar por resultados toda vez que se hace una acción produce éxitos o descalabros y se pueden medir.
Aunque las cosas parezcan estar bien es recomendable retar el status quo de manera regular y buscar puntos de vista opuestos o contradictorios para estimar todas y cada una de las opciones alternativas posibles.
La inventiva brota saliendo de la rutina. Incluso, hasta los más pequeños cambios pueden hacer salir de lo ordinario. Cambiando el orden de las actividades o aun la forma de efectuar las, o sencillamente, haciendo algo espontáneo y diferente.
No hay ideas tontas o absurdas. Pensar fuera de la caja significa asimismo permitirse traer a flote hasta las ideas o conceptos más extraños y hasta solicitarle consejos a los pequeños por el hecho de que aún no tienen prejuicios.
Hay que percibir la voz precedente cuando aparece: “Esta es la forma en que a mí me enseñaron”, “Esta es la forma en que siempre lo he hecho”, o “Así es como lo hace todo el mundo”. Estas oraciones son el peor oponente de esta modalidad de pensamiento por el hecho de que limitan mentalmente la exploración de nuevos horizontes. Ante esas ideas preconcebidas, es mejor preguntarse: ¿por qué siempre y en toda circunstancia he pensado o actuado así?
Se trata de cultivar una actitud de sorprendo frente al milagro de la naturaleza. Las fuentes para observar son infinitas, es todo cuanto se nos presenta durante la jornada: una cita, un objeto, una carta, una idea. Flaubert afirmaba que cualquier cosa observada pausadamente se vuelve fantástica. Una vez enfrentados al objeto, lo esencial es aprender a preguntar: su historia, su proceso de fabricación, la materia prima que lo forma, etc.
El estado mental inmejorable para observar se consigue a través de técnicas de relajación y concentración. Dicho estado, que denominaremos “receptivo”, debe combinar: una atención flotante (estar listos para sacar partido del azar) con una acción concreta en el acto de la percepción (tener la pretensión de observar). La observación puede ser dos tipos. La reproductiva representa el objeto, a la persona o el hecho: tal y como es y no como una abstracción ideal. Observar de manera creativa es considerar exactamente la misma realidad, mas lo que cambia es la visión. La mirada creativa atrapa algo más, lo que el común de la gente no puede ver.
Pensar fuera de la caja. Saber observar, genera resultados inmediatos. Y: a buen observador pocas palabras.
Bogotá (Colombia), 1989. Apasionado por la investigación y el análisis de temas de interés público. Estudió comunicación social en la Universidad de Bogotá y posteriormente obtuvo una maestría en periodismo investigativo en la Universidad de Medellín. Durante su carrera, ha trabajado en diversos medios de comunicación, tanto impresos como digitales, cubriendo temas de política, economía y sociedad en general. Su gran pasión es el periodismo de investigación, en el cual ha destacado por su habilidad para descubrir información relevante y sacar a la luz temas que a menudo se mantienen ocultos.