Hablar del País Vasco es hacerlo de uno de los territorios más punteros en la generación de innovación y ciencia. Para ello es clave el emprendimiento, mas no disponía la zona de un informe completo del estado de salud específico de ese ecosistema de empresas emergentes.

Hasta ahora. El gobierno vasco y SPRI -la agencia pública de desarrollo empresarial- han presentado por vez primera en la zona un informe sobre la situación del ecosistema regional de emprendimiento, en el marco del Plan Interinstitucional de Emprendimiento (PIE dos mil veinticuatro).

El informe no solo ofrece la imagen más detallada del ecosistema de startups del País Vasco hasta el instante, sino además de esto es un proyecto colaborativo, que ha contado con el apoyo de la red vasca de incubadoras.

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El informe se fundamenta en la información recogida en la plataforma de acceso abierto ‘Up! Euskadi’, desarrollada para dotar de visibilidad a las start-ups y los agentes del ecosistema y posicionar el territorio como hub de emprendimiento avanzado. Desde ahí, una serie de datos que invitan al optimismo.

El informe resalta que el ecosistema vasco de emprendimiento se compone de más de mil empresas emergentes de base tecnológica (o renovadora). Atendiendo a la distribución de las compañías, Álava supone el dieciseis% de las nuevas empresas de esta tipología; Vizcaya, el cincuenta y dos%; y Guipúzcoa, el treinta y dos%.

El informe, además de esto, muestra que el setenta y cinco% de las compañías emergentes tienen un enfoque B2B (business-to-business), con un elevado nivel de alineación con la Estrategia de Especialización Inteligente de Euskadi, ya que setenta% de las start-ups vascas disponen de soluciones orientadas a las prioridades estratégicas RIS3.

En términos de empleo, las compañías de base tecnológica creadas en los últimos tiempos suman más de ocho.000 personas trabajadoras, con una media de 8 personas empleadas por empresa, y un volumen de facturación en dos mil veintiuno que supera los setecientos cincuenta millones de euros. A su vez, resalta de forma positiva la tasa de supervivencia sobre las compañías creadas, que supera el ochenta%.

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En lo que a la inversión respecta, se patentiza un notable desarrollo tanto en el número de fondos activos en el territorio, con más de ciento treinta inversores tanto público como privados activos (Capital Riesgo, fondos corporativos, business angels, fondos públicos, …). El informe estima que la valoración total del conjunto de start-ups vascas alcanza los mil quinientos millones de euros.

Destaca a su vez, un desarrollo sostenido en el número de rondas de inversión y en el importe total de esas rondas a lo largo de los últimos años, que se ha multiplicado por 4 desde dos mil dieciseis. En los últimos un par de años, se han movilizado más de ciento noventa y ocho millones de euros en trescientos rondas de inversión, setenta% proveniente de fondos de inversión regionales/estatal y un treinta% procede de fondos de inversión europeos.

El informe incorpora asimismo información desagregada, visibilizando el potencial y el atrayente de cada provincia mediante sus protagonistas. Entre información aportada, resalta el número de start-ups (Álava, ciento cincuenta start-ups y un valor de ciento cuatro millones de euros; Vizcaya, quinientos cinco start-ups y mil millones de valoración; y Guipúzcoa, trescientos veinte start-ups y un valor de trescientos trece millones).

En este sentido, la acción pública resulta esencial como complemento de apoyo en la creación y el desarrollo del ecosistema. El Plan Interinstitucional de Emprendimiento PIE dos mil veinticuatro ha cumplido en dos mil veintidos su segundo año de ejecución. Los primordiales indicadores ligados al plan mostraron la buena salud del ecosistema vasco en conjunto ubicando a la zona en niveles de actividad emprendedora afines a los años anteriores a la pandemia.

Vizcaya es la provincia vasca más prolífica: quinientos cinco start-ups con un valor de mil millones de euros (ciento cincuenta start-ups en Álava y trescientos veinte en Guipúzcoa)

En dos mil veintidos, los agentes públicos y privados del ecosistema vasco han puesto a predisposición de los diferentes colectivos cerca de ochocientos programas, ideas e instrumentos de apoyo al emprendimiento en sus etapas y tipologías, que suponen un presupuesto total de más de noventa y seis millones de euros ejecutados, incluyendo dotaciones excepcionales por más de veinte millones a nuevos fondos de inversión e infraestructuras especializadas. Más del noventa% de las acciones se desarrollaron en cooperación entre múltiples agentes.

Este esmero colectivo es una «nueva prueba de que la creación de nuevos proyectos emprendedores sigue siendo una prioridad en el País Vasco, como palanca para acelerar la generación de nueva actividad económica y la renovación del tejido empresarial».

En relación al emprendimiento vasco, el informe apunta que el número de personas autónomas ha crecido un veintitres% respecto a dos mil veintiuno, superando los niveles prepandemia. Y es que en dos mil veintidos el total de empresas creadas fue de tres mil cincuenta y cinco, sosteniendo la tendencia de tres mil-tres mil cien empresas creadas anualmente en años prepandemia.

El TEA (Tasa de Emprendimiento Total medida por el Informe GEM) señaló que el cuatro con nueve% de la población vasca estuvo implicada en la puesta en marcha o administración de un nuevo negocio en este último año. En la comparación internacional, Euskadi tuvo resultados afines a países desarrollados como Italia (cuatro con ocho%) y a zonas como Navarra (cinco%).

El cincuenta y uno con cuatro% de emprendedores ya es mujer

En cuanto al perfil de la persona emprendedora vasca se confirmó, un año más, un perfil de personas emprendedoras «maduras, capacitadas y que afirmaron disponer de las capacidades necesarias para emprender». Desciende el temor al descalabro y aumenta la percepción de que existen ocasiones para emprender.

Por último, el peso del colectivo de mujeres emprendedoras aumenta con respecto a la media de los años precedentes. En el último periodo analizado, el cincuenta y uno con cuatro% de las personas emprendedoras fueron mujeres, frente al cuarenta y dos con cuatro% de la media de años anteriores.

A su vez, Euskadi cuenta con una alta concentración de universidades y un ecosistema de agentes científico-tecnológicos de referencia internacional, aglutinados en la red Basque Research and Technology Alliance (BRTA), con los que la red de incubadoras coopera de manera estrecha en el desarrollo de distintas ideas y programas de Emprendimiento científico y tecnológico, consolidándose como una esencial cantera de talento y un catalizador de nuevas empresas disruptivas de base tecnológica.

El gobierno vasco, en su tarea de promuevo del emprendimiento como una de las medidas clave para producir empleo, riqueza e innovación en el territorio, ha reforzado la marca ‘Up! Euskadi’, con el lanzamiento de su base de datos on line sobre el ecosistema de emprendimiento.

La plataforma, dirigida por SPRI y desarrollada en colaboración con la red de incubadoras, ofrece información actualizada sobre el ecosistema tanto en concepto de empresas emergentes de base tecnológica como de otros agentes.

La predisposición de información actualizada sobre el estado de situación de este ecosistema deja no solo visibilizar y posicionar el ecosistema, sino asimismo es una herramienta útil para la preparación y evaluación de políticas e ideas de apoyo, favoreciendo la toma de resoluciones basadas en datos, el intercambio de conocimientos entre campos y promover las conexiones precisas para asistir a la próxima generación de renovadores a triunfar en la escena mundial.

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José Manuel Gómez Aparicio