El Banco Santander intensifica su presencia en el sector de defensa europeo, un área que ha experimentado un auge significativo debido a la creciente inestabilidad geopolítica. Recientemente, la entidad dirigida por Ana Botín ha establecido un acuerdo con el Banco Europeo de Inversiones (BEI) para facilitar créditos a empresas que se dedican al desarrollo de proyectos de defensa y seguridad en todo el continente.
Un impulso financiero para la defensa europea
Banco Santander ha solicitado 200 millones de euros en préstamos flexibles al BEI con el objetivo de mitigar riesgos y poder ofrecer financiación adicional de aproximadamente 560 millones de euros. Este movimiento posiciona al Santander como el cuarto banco en Europa en unirse a un programa destinado a financiar proyectos de defensa por un total estimado de 4.500 millones de euros. Antes de este acuerdo, instituciones como Deutsche Bank, BPCE y Banco del Pireo ya habían dado pasos similares.
En una conferencia a principios de noviembre, la presidenta del BEI, Nadia Calviño, anunció el acuerdo con Deutsche Bank y mencionó las negociaciones en curso con el Santander, que se formalizaron el 2 de diciembre con la aprobación del desembolso de fondos comunitarios.
Nuevas oportunidades de inversión
En un cambio significativo de política, Calviño indicó que, a partir de este año, el BEI es capaz de financiar proyectos militares además de tecnologías de uso dual, lo cual se considera «extremadamente relevante» en el contexto actual. «El objetivo principal es mejorar el acceso a la financiación para los beneficiarios del sector de seguridad y defensa», explica el documento oficial del convenio firmado entre el Santander y el BEI.
Este acuerdo no solo busca fortalecer la capacidad financiera de las empresas del sector, sino que también incluye suboperaciones a través de productos financieros intermediados, como Préstamos Multibeneficiarios Intermediados (MBIL) y mecanismos de reparto de riesgos en la financiación de la cadena de suministro.
Apoyo a la industria de seguridad y defensa
El objetivo de estos préstamos es proporcionar soporte a la industria europea de seguridad y defensa, así como a su cadena de suministro. Es importante destacar que armas y municiones, incluidos explosivos y armas deportivas, quedan excluidas de esta financiación.
No es la primera vez que el BEI respalda a una empresa española en este sector; en julio firmó un acuerdo por 385 millones de euros con Indra, destinado a potenciar sus actividades en investigación y desarrollo. Este convenio es considerado uno de los más notables suscritos por el BEI en España para reforzar las capacidades de defensa de la Unión Europea.
Banco Santander ya tiene una presencia activa en el sector de defensa en España. Además de su papel como entidad financiadora, el banco cántabro actúa como asesor en la fusión entre Escribano Mechanical & Engineering (EM&E) e Indra, una operación que se prevé como la más significativa de consolidación en este ámbito para 2026, con una valoración que podría alcanzar los 2.000 millones de euros.
Contexto geopolítico y futuro del sector
El auge del sector se produce en un contexto de creciente preocupación global por la inestabilidad política. La guerra en Ucrania y los conflictos en Oriente Medio han encendido las alarmas en Europa, llevando a Bruselas a priorizar la autonomía estratégica a través de iniciativas como el programa ReArm EU, dotado con 800.000 millones de euros.
Con una mayoría de países europeos comprometidos a incrementar su gasto en defensa hasta el 5% del PIB, un requerimiento impulsado por la administración Trump, España también está concentrando esfuerzos en sus Programas Especiales de Modernización (PEM). Se proyecta que el gasto en modernización militar alcance los 36.000 millones de euros. En este nuevo panorama, empresas como Indra y entidades financiadoras como Banco Santander buscan maximizar su participación y aprovechamiento de oportunidades en el sector de defensa.
