Renfe advierte que elevar compensaciones por retrasos en alta velocidad implicaría un costo de 125 millones y aumentaría el precio de los billetes

Renfe advierte que elevar compensaciones por retrasos en alta velocidad implicaría un costo de 125 millones y aumentaría el precio de los billetes

El futuro de Renfe en un mercado competitivo

Renfe, la joya del transporte ferroviario en España, se encuentra en una encrucijada. A medida que la competencia se intensifica con la llegada de Iryo y Ouigo, la empresa pública enfrenta retos significativos. Uno de los más cruciales es la reciente exigencia del Congreso de los Diputados que obliga a la operadora a reestablecer, a partir del 1 de enero, las compensaciones por retrasos en sus servicios de alta velocidad, algo que se ve complicado al tener que lidiar con un aumento en el volumen de pasajeros y las incidencias.

Compensaciones y desafíos comerciales

El presidente de Renfe, Álvaro Fernández Heredia, argumenta que la medida es injusta y perjudicial. «Aumenta las expectativas de compensación sin considerar a los operadores competidores. No podemos competir con una mano atada», comenta Fernández, aludiendo a la idea de que la reforma puede llevar a un desvío de hasta el 5% de los viajeros a la competencia, afectando gravemente la operativa de la compañía.

La ley de Movilidad Sostenible, impulsada por el Partido Popular, establece requisitos más severos que podrían costarle a Renfe más de 125 millones de euros al año. Esto, según el presidente, se traduciría en un aumento del 10% en las tarifas y una potencial pérdida de servicios que actualmente le resultan deficitarios, pero que son esenciales para conectar comunidades.

Impacto de la liberalización del mercado

Desde la entrada de nuevos actores al sector, Renfe ha logrado optimizar su oferta, ofreciendo precios más competitivos y servicios más variados. Sin embargo, Fernández señala que no todo es positivo en este nuevo panorama. Aunque la competencia ha llevado a precios más bajos para los viajeros, se asegura que los operadores alternativos están operando a pérdidas, lo que podría alterar la sostenibilidad a largo plazo del sector ferroviario en España.

La llegada de tarifas más económicas se ha visto ensombrecida por un aumento interanual que podría llevar a precios más altos en el futuro. «Creamos una estrategia de moderación y estabilidad de precios», afirma. En cuanto a los servicios de Cercanías y Rodalies, aunque se están realizando esfuerzos significativos para recuperar la calidad, este empeño ha sido un desafío debido a la falta de inversión previa en infraestructura.

Mirando hacia el futuro con optimismo

Mientras Renfe se prepara para adquirir nueva flota, incluida la posibilidad de trenes de fabricantes internacionales, el presidente mantiene una perspectiva optimista. «Estamos comprometidos en mejorar nuestra oferta y atender la demanda creciente de nuestros clientes», asegura. Con nuevas licitaciones en marcha, la compañía busca no solo mantener su posición en el mercado, sino también elevar la calidad del servicio para todos sus usuarios.

La liberalización del transporte ferroviario presenta retos y oportunidades. Renfe se enfrenta a un futuro incierto, pero con un firme compromiso de adaptarse y salir adelante. El equilibrio entre la competencia y el servicio de calidad será clave para que la operadora continúe siendo un referente en el transporte en España.