Los impuestos se han convertido en un instrumento crucial para abordar desafíos globales como el cambio climático, la crisis de deuda y la financiación de servicios públicos. En los países en desarrollo, la escasez de ingresos fiscales se ha vuelto una preocupación alarmante, exacerbada por el silencio tributario de las grandes corporaciones, que no tributan adecuadamente por los beneficios obtenidos. La situación resulta especialmente crítica en África, donde la escasa recaudación fiscal ha impulsado un aumento en el endeudamiento. Desde 1990, la deuda pública africana ha crecido de 120 a 1.800 mil millones de dólares, lo que equivale a un salto de 102 a 1.536 mil millones de euros. Este pesado lastre demanda más de la mitad de los ingresos públicos, sacrificando recursos esenciales destinados a la salud, la educación y las acciones contra el cambio climático, según un análisis de Marwane Ben Yahmed en la Revista Emprendimiento.
La Falta de Avances en el Acuerdo Fiscal de la OCDE
El acuerdo fiscal impulsado por la OCDE en 2021, en el que participaron 135 países, ha reportado resultados decepcionantes en su objetivo de reducir la inequidad tributaria que afecta a los países en desarrollo. Este pacto se divide en dos pilares principales:
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Pilar 1: Busca asegurar que las multinacionales abonen impuestos en los países donde generan sus ingresos. Sin embargo, su implementación ha sido sumamente lenta y carente de eficacia.
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Pilar 2: Establece un tipo mínimo del 15% para los beneficios corporativos. A pesar de su aceptación en varios países, la oposición de Estados Unidos ha marcado un retroceso en su aplicación, dado que han negociado un acuerdo en el G7 que exime a las corporaciones estadounidenses de esta obligación.
La negativa de Estados Unidos a adherirse completamente al acuerdo ha suscitado una creciente oposición por parte de naciones como China, así como de algunos países europeos como Polonia y República Checa, que cuestionan el trato preferencial impuesto por la administración Trump.
Pérdidas Fiscales Globales y Nuevas Oportunidades de Cooperación
Un informe titulado “Estado de la Justicia Fiscal 2025” elaborado por la Red de Justicia Fiscal revela que, en los últimos seis años, las multinacionales estadounidenses han causado a los países pérdidas fiscales por un total de 495.000 millones de dólares (422.000 millones de euros). Esto representa aproximadamente el 29% de un total global de 1,7 billones de dólares (1,45 billones de euros) en pérdidas por prácticas fiscales abusivas.
Frente a estos desafíos, se vuelve fundamental el nuevo convenio fiscal promovido por los países en desarrollo bajo el ámbito de la ONU. “Por primera vez, todos los gobiernos se sentaron a la misma mesa para comenzar a definir las normas tributarias globales, un hito que tardó un siglo en concretarse”, señala la Red de Justicia Fiscal. Las negociaciones que tendrán lugar en la ONU en 2026 se presentan como una oportunidad ideal para que la Unión Europea replantee sus relaciones con los países en desarrollo, optando por una cooperación genuina y restaurando su autonomía ante la creciente tendencia aislacionista de Estados Unidos.
En resumen, los impuestos se han erigido como una herramienta esencial en la lucha contra las desigualdades y el cambio climático. A medida que avanza la discusión sobre normas fiscales globales, la cooperación internacional se presenta como clave para lograr un futuro más equitativo y sostenible.
