Ser autónomo o emprendedor es labor, en ocasiones, de uno solo, por lo menos en los comienzos. Pero trabajar en casa, pese a que se ha puesto de tendencia el
trabajo a distancia tras la pandemia del coronavirus y todas y cada una los beneficios de conciliación que siempre y en toda circunstancia se han nombrado, tiene asimismo sus aspectos negativos, de
ahí que muchos se decanten por el co-working. Y es que el coworking es una tendencia poco a poco más popular en el planeta empresarial,
singularmente en las urbes más grandes. Consiste en compartir un espacio de trabajo con otros profesionales independientes o empresas en un entorno
colaborativo y activo. Aunque esta práctica tiene muchos beneficios, asimismo presenta ciertos inconvenientes que merece la pena estimar.

En primer sitio, una de las primordiales ventajas del co-working es el bajo costo. Los espacios de trabajo compartidos acostumbran a ser
más económicos que una oficina tradicional, lo que deja a los emprendedores y freelancers acceder a un espacio de trabajo sin invertir
grandes sumas. Además, los gastos de mantenimiento y servicios, como limpieza, internet, y electricidad, acostumbran a estar incluidos en la tarifa
mensual.

Otra ventaja del co-working es la posibilidad de conocer a otros profesionales en exactamente el mismo campo de trabajo. Al compartir un
espacio, los co-workers pueden establecer relaciones de cooperación y aprender unos de otros, lo que puede llevar a nuevas ocasiones de negocio.
Además, el networking es una parte esencial del planeta empresarial, y el co-working da un entorno ideal para edificar contactos
profesionales.

Sin embargo, asimismo hay inconvenientes en el co-working. Uno de los más evidentes es la falta de privacidad. Al
compartir un espacio con otras personas, puede ser bastante difícil sostener la concentración y la confidencialidad, lo que puede ser un inconveniente para aquellos
que trabajan con información frágil o reservado. Además, la carencia de privacidad asimismo puede ser un inconveniente para aquellos que precisan hacer
llamadas telefónicas o videoconferencias.

Otro inconveniente del co-working es la falta de control sobre el entorno de trabajo. Los espacios de co-working acostumbran a ser muy
frecuentados, lo que puede resultar en un entorno estruendoso y anárquico. Esto puede ser una distracción para ciertos trabajadores, y puede complicar la
concentración. Además, ciertos espacios de co-working pueden ser muy informales, lo que puede ser un inconveniente para aquellos que precisan un entorno
más profesional.

A pesar de que se trata de una tendencia al alza en el planeta empresarial, no todos deciden asistir al co-working por los inconvenientes que tiene,
mas lo cierto es que tener un sitio de trabajo fuera de casa, al que poder asistir y hacer asambleas más profesionales siempre y en toda circunstancia puede ser un buen
recurso para los autónomos o emprendedores.

Mercedes Cruz Ocaña