Ford Reestructura su Estrategia de Vehículos Eléctricos: Abandono de Modelos ante Normativas de Trump

Ford Reestructura su Estrategia de Vehículos Eléctricos: Abandono de Modelos ante Normativas de Trump

Ford da un giro radical en su estrategia de vehículos eléctricos

Ford ha tomado una decisión sorprendente al reevaluar su enfoque hacia los vehículos eléctricos. La compañía ha anunciado que cesará la producción de varios modelos eléctricos de gran tamaño, debido a una demanda inferior a la esperada. Esta situación se ha visto agravada por las políticas fiscales implementadas por el expresidente Donald Trump, que han debilitado los incentivos para los vehículos ecológicos y flexibilizado las regulaciones sobre emisiones.

Un golpe financiero significativo

Como consecuencia de este cambio de rumbo, Ford asumirá un cargo extraordinario de 19.500 millones de dólares. Aunque las acciones de la compañía registraron un aumento del 2% en las operaciones posteriores al cierre en Nueva York, el impacto financiero de esta decisión es innegable. La mayor parte de este cargo se verá reflejado en el cuarto trimestre, aunque tendrá efectos hasta 2027. De estos 19.500 millones, aproximadamente 8.500 millones provienen de la anulación de modelos previamente planeados, mientras que 6.000 millones están relacionados con la disolución de una asociación con la surcoreana SK On, dedicada a la fabricación de baterías.

Retorno al enfoque tradicional

A partir de ahora, Ford concentrará sus esfuerzos en modelos de gasolina e híbridos. Se espera que para 2030, la combinación global de híbridos y vehículos eléctricos alcance el 50% de su producción, un aumento notable respecto al 17% actual. En un giro positivo, la compañía también planea contratar a miles de trabajadores, aunque se anticipan despidos en su planta de baterías en Tennessee a corto plazo.

Inversiones en rentabilidad

Ford está reorientando su inversión hacia áreas que consideran más lucrativas, incluyendo la expansión de su capacidad de fabricación en Estados Unidos para incorporar más camionetas y furgonetas a su oferta. Además, la firma se adentra en un nuevo negocio de almacenamiento de energía a través de baterías. Según Andrew Frick, director de operaciones de vehículos eléctricos y gasolina de Ford, «en lugar de seguir invirtiendo en vehículos eléctricos de gran tamaño sin una vía clara de rentabilidad, preferimos destinar esos recursos a áreas con mayores posibilidades de éxito».

Además, la empresa ha revisado al alza su pronóstico de ganancias para 2025, elevándolo a 7.000 millones de dólares, superando la proyección anterior de entre 6.000 y 6.500 millones.

El contexto de la industria

Este cambio de rumbo no es inusual para la industria automotriz, que ha visto disminuir la demanda de vehículos eléctricos tras haber invertido cifras astronómicas en esta tecnología. Este año, las perspectivas para los vehículos eléctricos se han deteriorado drásticamente, y las políticas de Trump han dificultado aún más su adopción.

Las ventas de vehículos eléctricos en Estados Unidos cayeron alrededor de un 40% en noviembre, coincidiendo con el final de un crédito fiscal de 7.500 dólares. Esta situación ha llevado a muchos fabricantes a replantearse su estrategia y buscar alternativas más rentables en el mercado.

Una mirada hacia el futuro

La F-150 Lightning había recibido una gran acogida desde su lanzamiento en 2022, llegando a acumular 200.000 pedidos. Sin embargo, hasta noviembre, solo se habían vendido 25.583 unidades, un 10% menos que el año anterior. Con la nueva estrategia, Ford planea sustituir la producción de la F-150 Lightning con modelos a gasolina a partir de 2029, mientras que la futura camioneta T3 se construirá desde cero en un nuevo complejo en Tennessee.

El futuro de los vehículos eléctricos de Ford ahora se centrará en modelos más asequibles, desarrollados por un equipo en California, con un primer modelo que se espera tenga un precio de alrededor de 30.000 dólares y salga al mercado en 2027. Este cambio marca un nuevo capítulo en la historia de Ford al adaptarse a las demandas cambiantes del mercado y a las realidades económicas actuales.