La innovación en España: Desafíos y Oportunidades para el Futuro
La innovación, un término que a menudo se menciona, sigue siendo un concepto nebuloso en el contexto de la economía española. A pesar de los avances, España se encuentra rezagada en comparación con otros países de la Unión Europea, como Italia y Malta, que la superan en rapidez al mejorar sus indicadores de innovación.
Un Puesto que Merece Más
Con el objetivo de ascender en el European Innovation Scoreboard, España, que ocupa el cuarto lugar en la zona euro, debería aspirar a estar al nivel de Francia, Irlanda o Bélgica. La falta de inversiones empresariales y el impacto limitado de la innovación en las ventas son dos factores que obstaculizan su rendimiento.
Desde hace diez años, la inversión en I+D+i ha ido en aumento, con la meta de alcanzar un 2,12% del PIB para 2027. Sin embargo, desde la Fundación Cotec, se considera que este objetivo es difícil de alcanzar. Aunque los fondos de Next Generation han comenzado a fluir, la colaboración entre el capital público y privado se ha demostrado más lenta de lo esperado. «Las ayudas están disponibles, pero su adopción por parte de las empresas y emprendedores ha sido más cautelosa», señala Alfonso Núñez, socio de digital e innovación en EY-Parthenon.
Educación y Estrategia: Claves para Innovar
Aparte del capital, el sistema educativo juega un papel fundamental en el ecosistema de innovación. A diferencia de Corea del Sur, España carece de una estrategia nacional que conecte formación con innovación. Esto se ve reflejado en el perfil de los emprendedores españoles, donde la mayoría tiene un nivel educativo básico, lo que limita su capacidad creativa.
Un error común es confundir innovación con digitalización o simplemente obtener una patente. Innovar puede ser tan sencillo como cambiar la forma en que se realizan los procesos o reorganizar estructuras.
Luis Pérez-Breva, un experto en innovación del MIT, describe el proceso de innovar como una corazonada: «Es sentir que hay que hacer algo de forma diferente». A continuación, comparte su método -iTeams-, que comprende cuatro pasos:
- Transformar la intuición en algo tangible. A veces, es tan sencillo como dibujar un diagrama.
- Probar la idea. Es fundamental estar preparado para enfrentarse a lo inesperado y deshacerse de lo que no funciona.
- Escalar el proyecto. Asegurarse de que los beneficios de la innovación se traduzcan en la realidad.
- Construir una organización autosuficiente.
Un Entorno Propicio para la Innovación
Pérez-Breva considera que España tiene un ambiente ideal para la innovación. A través de su empresa S1 Industries PBC, se ha unido a la Fundación Rafael del Pino para implementar su método en el país. Uno de sus proyectos busca reaprovechar tecnologías y revitalizar patentes con nuevas aplicaciones.
Las lecciones de Silicon Valley, con su combinación de talento y recursos, ofrecen un modelo a seguir. Sin embargo, la limitación en las ayudas estatales ha sido un freno significativo. En este contexto, surgen iniciativas como la Sociedad Española para la Transformación Tecnológica (SETT), que busca apoyar la innovación mediante inversiones en tecnologías digitales.
Una Nueva Filosofía de la Innovación
Bajo la dirección de Mario Draghi, la SETT propone un tipo de inversión que se enfoca en tecnologías profundas y maduras, limitando su participación a un máximo del 49% del capital. Este enfoque ofrece al Estado una oportunidad para beneficiarse de los éxitos, al tiempo que mitiga los riesgos inherentes a las iniciativas innovadoras.
Por otro lado, el Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI) también juega un papel importante al promover innovación de alto riesgo desde las etapas iniciales. Su director, José Moisés Martín, enfatiza la responsabilidad social en la selección de proyectos, buscando un tipo de innovación que mejore el bienestar ciudadano.
Conclusión
La actualidad nos invita a repensar la forma en que entendemos la innovación en España. La colaboración entre el sector público y privado, así como una educación más conectada con las necesidades del mercado, serán elementos esenciales para construir un futuro innovador. En vez de adoptar una postura directa sobre cómo innovar, el enfoque actual sugiere fomentar un ecosistema donde los emprendedores tomen la iniciativa.
Restaurar la capacidad de innovación en España no solo es un desafío, sino también una oportunidad para redefinir el papel del país en el escenario europeo.
