Ir al surtidor de diésel es ya más asequible que en la última semana en que se aplicó en España el descuento obligatorio de veinte céntimos por litro. El costo del gasóleo lleva 8 semanas de descenso: en esta, su costo ha caído un dos con uno% respecto a los 7 días precedentes, y el litro se paga a uno con cuatrocientos treinta y cuatro euros. Esto se ubica prácticamente un céntimo bajo la media de uno con cuatrocientos cuarenta y tres euros por litro que los usuarios debían abonar en la última semana de dos mil veintidos. Pero hay que tener en consideración que entonces con en ese importe se incluía el descuento obligatorio de veinte céntimos que el Gobierno había aprobado tras la invasión rusa de Ucrania. Una ayuda que se terminó al llegar dos mil veintitres, si bien esto no ha impedido que, por la propia evolución del mercado, a los conductores de diesel les salga ahora más asequible repostar.
Para los bolsillos de los conductores el final de la ayuda supuso una subida repentina de la factura en la estación de servicio. Además, en las dos primeras semanas de enero el diésel se encareció, mas desde ese momento han sido considerablemente más las semanas de bajadas que las de subida. Y ahora amontona la ráfaga de bajadas más larga del año: desde la penúltima semana de marzo no ha dejado de abaratarse. Como consecuencia, atestar un depósito de tamaño mediano (cincuenta y cinco litros) costaría ahora un promedio de 78,85 euros, en frente de los noventa y uno con treinta y cuatro que costaba en el arranque de dos mil veintitres.
La última edición del Boletín Petrolero de la Unión Europea, publicada este jueves, recoge asimismo un descenso del uno con cuatro% en costo de la gasolina respecto a la semana precedente. Pero es más cara que el diésel —la gasolina cuesta de media uno con quinientos noventa y nueve euros por litro— y su tendencia a la baja en los costos no está tan afianzada, si bien encadena ya una ráfaga de 3 semanas sucesivas bajando. Llenar un depósito mediano con este comburente costaría, de media, 87,96 euros.
Con con respecto a exactamente la misma semana del año pasado, la gasolina es ahora un quince% más accesible, al tiempo que el diésel ha reducido su importe medio en un veinticinco%. Esto ha afianzado la situación tradicional del mercado, en que la gasolina es más costosa que el diésel. Las tornas cambiaron tras la invasión rusa y la normalidad no se recobró hasta el pasado febrero, curiosamente exactamente el mismo mes en que la UE estrenó el veto a las importaciones de gasóleo ruso, del que era muy dependiente.
España bajo la media de costos europea
El almacenamiento anterior de comburente para hacer en frente de esa situación es una de las razones que los especialistas han empleado para explicar la aparente paradoja de que, a pesar de haber cortado una esencial fuente de suministro, el gasóleo se haya abaratado en Europa. Pero la evolución de los costos depende de muchos factores. En un invierno parcialmente caluroso, en el que el consumo de gasóleo no ha sido elevado, la demanda europea asimismo ha descendido. Y además de esto, se ha ido superando poquito a poco el temor a un desabastecimiento por la carencia de comburente ruso, sobre todo una vez que la producción por la parte de Estados Unidos no haya descendido.
En España, tanto los costos de la gasolina como los del gasóleo están bajo la media europea. En el conjunto de los Veintisiete, el costo medio, conforme con el Boletín es esta semana de uno con setecientos ocho euros para la gasolina y de uno con quinientos cuarenta y nueve para el diésel. Si tomamos como referencia la eurozona, el costo medio es levemente superior: uno con setecientos sesenta y uno para gasolina y uno con quinientos setenta y ocho para el gasóleo. Por países, esta semana la gasolina más asequible se repostó en Bulgaria, con uno con doscientos noventa y seis euros por litro y el diésel más accesible se comercializa en Malta, con uno con doscientos diez euros por litro.