La innovación ha sido durante mucho tiempo el motor que impulsa el progreso en diversas sociedades. Sin embargo, en el escenario actual, esta se ha convertido en una necesidad estratégica que no se puede ignorar. El acelerado crecimiento de la inteligencia artificial, las tensiones geopolíticas y la fragmentación de las cadenas de suministro han convertido a la innovación en un pilar fundamental para garantizar la resiliencia, autonomía y competitividad de las naciones y empresas en todos los niveles.
Innovación: La Diferencia entre Líderes y Seguidores
Como bien dijo Steve Jobs, “la innovación distingue a los líderes de los seguidores”. En este sentido, la Unión Europea ha tomado cartas en el asunto, implementando políticas que buscan adaptarse a la era digital y a la transición hacia un modelo más sostenible. Sin embargo, el último informe del European Innovation Scoreboard (EIS) indica que el progreso se ha desacelerado entre 2024 y 2025, y la brecha con potencias como Corea del Sur, Estados Unidos, Canadá, Australia y China sigue siendo notable. A pesar de los avances, Europa mejora a un ritmo más lento que sus competidores.
El panorama europeo en términos de innovación es desigual: solo cuatro países se destacan como líderes, siendo Suecia el más notable, mientras que España y otros países se catalogan como «innovadores moderados».
El Camino de España hacia la Innovación
En los últimos años, España ha avanzado en innovación, logrando una mejora continua en el EIS durante cuatro años consecutivos. Actualmente, ocupa el puesto 15 de 27 en el ranking de innovación de la Unión Europea. Sin embargo, la competencia es feroz, y a pesar de los avances, Italia y Malta le han adelantado, lo que ha resultado en una pérdida de posicionamiento respecto al año anterior. La meta sigue siendo ingresar al grupo de “innovadores fuertes”, un objetivo que requiere tanto velocidad como estrategia.
El perfil innovador de España tiene aspectos positivos y negativos. Entre sus fortalezas se encuentran:
- Digitalización: 5ª posición
- Impacto de la innovación en el empleo: 7ª posición
- Capital humano preparado: 8ª posición
- Financiación pública y apoyo: 9ª posición
- Sostenibilidad ambiental: 10ª posición
Estos indicadores muestran que el país cuenta con una población cada vez más capacitada, buenas infraestructuras digitales y políticas que comienzan a rendir frutos.
Sin embargo, también existe un lado menos favorable en la innovación española. Se identifican debilidades en áreas cruciales como:
- Implantación de tecnologías de la información: 23ª posición
- Número de empresas innovadoras: 21ª posición
- Colaboración en I+D: 19ª posición
- Inversión empresarial en innovación: 18ª posición
A pesar de que la inversión en I+D está aumentando, al alcanzar casi el 1,5% del PIB, se mantiene lejos del objetivo del 2,12% establecido para 2027. Según Cotec, incluso con incrementos anuales significativos, las reformas estructurales son esenciales para lograr esta meta.
Innovar: Una Cuestión de Supervivencia
Para las empresas, la innovación se ha transformado en un aspecto vital. Aquellas que no se adapten corren el riesgo de perder relevancia, competitividad y capacidad para atraer talento. En este entorno, la inteligencia artificial juega un papel crucial. Sin embargo, solo el 8% de las empresas españolas la utiliza actualmente, y un 6% adicional planea implementarla en un futuro cercano, cifras que son muy bajas en comparación con otros países europeos. Quienes ya emplean la IA se enfocan en áreas como atención al cliente, automatización de procesos y análisis de datos, pero aún queda un vasto campo por explorar en términos de innovación disruptiva.
En conclusión, la innovación es el hilo conductor que une la competitividad de las naciones, el crecimiento económico y el éxito empresarial. Europa necesita innovar para mantener su estado de bienestar y liderar la transición ecológica y digital. España, por su parte, busca mejorar su productividad y cerrar la brecha con los líderes en innovación. Cada empresa, en este contexto, debe adoptar la innovación como un elemento esencial para diferenciarse y agregar valor. En un mundo que avanza rápidamente, detenerse en la innovación significa quedar atrás. Por ello, promover la innovación es fundamental para asegurar un futuro próspero y sostenible.
