La serie de HBO The Last of Us acabó con exactamente la misma vaguedad ética de los juegos, avivando el discute de si Joel (Pedro Pascal) era o no el auténtico villano de la historia.
Spoilers del final de ‘The Last of Us’
El final de la ovacionada serie de HBO muestra a Joel y Ellie (Bella Ramsey) con cicatrices, mas vivos, con su vínculo familiar forjado en el fuego. El centro de salud está cerca, y los dos ya han decidido que continuarán juntos una vez que se haya desarrollado una cura desde la inmunidad de Ellie.
Ambos son emboscados de forma brusca y noqueados por las Luciérnagas. Cuando Joel lúcida, le explican la auténtica naturaleza de su misión: la cura, si es que marcha, requiere una muestra de cordyceps del cerebro de Ellie, y no subsistirá a la operación.
Joel ya ha experimentado la pérdida de su hijo, y no tiene la capacidad sensible para admitir la muerte de Ellie, si bien eso signifique salvar a toda la humanidad del hongo zombi. Por ello, Joel apunta con una ametralladora al Problema del Tranvía y acribilla a todo el mundo que se interponen en su camino.
Joel realiza su matanza metódicamente, con el desapego de ojos fallecidos de un tirador de escuela, abatiendo a miembros armados y desarmados de las Luciérnagas como, bueno… moscas. Los soldados son bastante entendibles, mas cuando Joel mata a balazos a un cirujano y después a Marlene, es obvio que ha cruzado la línea de la sociopatía.
El instante más sorprendente llega inmediatamente después, cuando Ellie se lúcida y pregunta qué ha pasado. Joel opta por conservar su relación, a sabiendas de que jamás le disculparía si verdaderamente supiese la verdad; de ahí que Joel le afirme a Ellie que no es la única con inmunidad (teniendo presente de qué forma la serie muestra que su inmunidad no era genética, sino más bien casual, es posible que aun lleve razón).
Y lo que es más esencial, Joel le afirma que no hay esperanza de cura.
La serie acaba con otra nota equívoca, ya que Ellie le solicita a Joel que confirme su patraña, y supuestamente escoge pensar su relato, pese a que su instinto le afirma lo opuesto. Nunca vamos a saber si Ellie habría estado presta a sacrificarse por la causa, por el hecho de que absolutamente nadie se lo preguntó.
¿Es Joel el auténtico villano de la historia?
El final de The Last of Us ha probado ser tan sorprendente por el hecho de que no existe ninguna opción moral clara que tomar, además de preguntarle a Ellie qué es lo que quiere; aun la idea de sacrificar a una joven preparada por una posible cura es de forma profunda inquietante.
Por supuesto, cualquier padre cariñoso, al enfrentarse a este problema, seguramente haría lo mismo que Joel; su instinto es impresionantemente humano, como lo es el propósito en un largo plazo de las Luciérnagas, que no tienen una relación angosta con Ellie.
Cualquier padre desearía salvar a Ellie, seguro, mas ¿serían capaces de cometer una matanza sin sudar? No, salvo que fuesen cierto género de personas. Joel es un perfecto ejemplo de un arquetipo americano familiar, que vemos de forma frecuente en películas de acción y westerns; un hombre capaz de un amor profundo e incondicional, y de una violencia que revuelve el estómago, sin que se le crucen jamás los cables.
Este género de personaje, creo, es en buena medida una fantasía; ¿de qué forma puede un individuo ser capaz de una violencia tan cruda e inalterable y, no obstante, sostener un perfecto control sobre sus peores impulsos? Pese a que Ellie tiene un carácter fuerte y es rebelde, Joel raras veces es menos que paciente y amable; en sus peores instantes, le chilla.
La personalidad de Joel se divide meridianamente en padre cariñoso y monstruo sanguinario, con cero solapamientos. Sin duda, Pedro Pascal es de los pocos actores capaces de conseguir esta mezcla de calidez y agresividad; semeja imposible que el hombre no emita buenas vibraciones (Keanu Reeves asimismo podría conseguirlo).
La parte más siniestra del final podría ser el instante en que Joel recuerda el recuerdo de su hija, y especula con que y Ellie se llevarían bien; los dos han entrado ahora en el país de la fantasía de Joel, donde la verdad jamás puede ser reconocida. ¿Qué haría él si Ellie se opusiese?
Nunca llegamos a ver ese lado de Joel; se sostiene en esa turbia línea gris, marchando con la lógica de los juegos para videoconsolas, en la que los oponentes son pura carne de cañón, textuales NPC.
San Salvador (El Salvador), 1997. Desde pequeña ha sentido una gran pasión por la escritura y la investigación, lo que la llevó a especializarse en reportajes de impacto social. En su tiempo libre, disfruta de la lectura de novelas históricas y de misterio, y también es una gran amante de la música, especialmente del rock latinoamericano. Además, es una ávida viajera, y ha tenido la oportunidad de visitar algunos países de América Latina y Europa para conocer diferentes culturas y enriquecer su visión del mundo.