El puzle económico de Estados Unidos tiene cada vez más piezas difíciles de encajar. La economía se ha frenado, pero no tanto como para enfriar el mercado laboral y el alza de los salarios. La inflación ha cedido, pero sigue lejos del objetivo y se ha enquistado en los servicios. Las subidas de tipos complican la estabilidad financiera. El Gobierno está a punto de quedarse sin dinero si no se amplía el techo de deuda, lo que podría tener consecuencias catastróficas, según la secretaria del Tesoro, Janet Yellen. Con un ojo en los precios y otro en los bancos, el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, se dispone a subir los tipos de interés por décima vez consecutiva antes de plantearse una pausa, según apuntan los analistas y descuentan los inversores.
El comité de política monetaria del banco central de Estados Unidos concluye este miércoles su reunión de dos días, tras la que anunciará su decisión. Se espera una subida de los tipos de interés de 25 puntos básicos (0,25 puntos porcentuales), hasta el rango del 5%-5,25%. Tras ese movimiento, lo previsible es que el Banco Central Europeo (BCE) mueva ficha el jueves con otro encarecimiento del precio del dinero.
La reunión de la Reserva se produce cuando aún está caliente la intervención y venta de First Republic Bank, el tercer banco regional estadounidense que cae en menos de dos meses y tiene que ser rescatado de una forma u otra. En este caso, la Corporación Federal de Seguro de Depósitos ha saneado su balance para vendérselo a JPMorgan el mayor banco de Estados Unidos.
La caída del Silicon Valley Bank en marzo pasado y la tormenta financiera desatada desde entonces complican los intentos de la Reserva Federal de lograr un aterrizaje suave de la economía, esto es, controlar la inflación sin que se llegue a una recesión. Los propios economistas del banco central manejaban en su última reunión como escenario más probable que la primera economía del mundo entre en recesión a finales de año, según reflejaron las actas.
Parte de los problemas de las entidades se deben precisamente a las subidas de tipos, las más agresivas desde la década de 1980. El ascenso del precio del dinero ha hecho perder valor a activos de renta fija y a las hipotecas concedidas a bajos tipos de interés que los bancos tienen en su balance. Los que peor han gestionado ese riesgo han sufrido problemas de solvencia y de liquidez que han acabado con ellos.
En la pasada reunión, la Reserva Federal modificó el contenido de su comunicado. Antes hablaba de que harían falta “aumentos sucesivos” adicionales de los tipos. En la nueva redacción, el comité anticipaba que “podría ser necesario algún endurecimiento adicional de la política monetaria”. El presidente de la Fed dijo que las palabras claves eran “podría” y “algún”, frente a “aumentos sucesivos” que se daban por seguros.
Pese a que ese lenguaje parecía abrir la puerta a una pausa en las subidas de tipos, la persistencia de la inflación parece haberlo impedido. Powell es consciente de que la inestabilidad financiera tiene un efecto monetario restrictivo adicional, pero su prioridad sigue siendo atajar la subida de precios.
El mercado estará muy pendiente de posibles variaciones en la redacción del comunicado y, sobre todo, a las explicaciones que dé Powell en la rueda de prensa posterior a la reunión. Se espera que deje la puerta abierta a una pausa, pero tampoco se puede dar por hecha, pues dependerá de cómo evolucionen los precios y otras variables antes de la próxima reunión del comité, prevista para los días 13 y 14 de junio.
“Esperamos una subida de 25 puntos básicos del tipo de interés de referencia y, al mismo tiempo, que la Reserva Federal indique una pausa en las subidas de tipos adicionales si los datos lo permiten”, indica Tiffany Wilding, Economista de la gestora Pimco. “El efecto total de las repercusiones de las tensiones en el sector bancario es incierto, mientras que la inflación y los salarios parecen pertinaces desde la reunión de marzo del Comité Federal de Mercado Abierto. Esto ha dado lugar a un comité más dividido sobre el próximo movimiento de la Fed de lo que lo ha estado en varios trimestres. Por tanto, creemos que el compromiso más probable es establecer una pausa que dé tiempo a evaluar el impacto, pero que esté condicionada a los nuevos datos y mantenga una tendencia al alza”, añade.
La subida de este miércoles sería la décima consecutiva en otras tantas reuniones desde marzo del año pasado. De confirmarse, los tipos de interés habrán subido 5 puntos porcentuales en poco más de un año desde el nivel cercano a cero en que estaba por la pandemia. A la primera subida de 25 puntos básicos le siguió otra de 50, cuatro consecutivas de 75 puntos básicos, una más de 50 y dos de 25 más la de este miércoles. Los tipos de interés superarían el 5% por primera vez desde el verano de 2006, en que se situaron en el 5,25%.
La última vez que la Reserva Federal subió los tipos de interés tantas veces consecutivas fue precisamente entre 2004 y 2006, cuando el banco central elevó el precio del dinero 17 veces, aunque todos esos ascensos fueron de 0,25 puntos. Una subida de tipos tan agresiva como la actual no se veía desde la década de 1980, un trabajo que se repartieron entre Alan Greenspan y Ben Bernanke.
Suscríbete para seguir leyendo
Lee sin límites