La inflación asimismo es resiliente. En abril ha vuelto a subir tras 6 meses cayendo. No mucho, apenas una décima, hasta el siete%, conforme Eurostat. Pero basta para rememorar que los costos prosiguen subidos a un nivel inusualmente alto en el medio siglo de historia de la zona euro. El dato, además de esto, se conoce en la semana que el Banco Central Europeo debe decidir si sostiene su ritmo acelerado de subidas de géneros de interés o empieza a frenarlo, como sugieren las actas de la última asamblea del Consejo de Gobierno de la autoridad monetaria.
El repunte de la inflación en España, Italia, Países Bajos y Francia ha acabado pesando más en el dato medio que ha difundido la oficina europea de estadísticas que la rebaja de Alemania y asociados más pequeños del club monetario, como los 3 países bálticos (Estonia, Letonia y Lituania), que a pesar de la caída, prosiguen teniendo al lado de Eslovaquia cifras de inflación sobre el diez%. Son los 4 países de la zona euro con los costos más desmandados.
Ya hace medio año que el IPC armonizado de la zona euro marcó su máximo histórico. Lo hizo el pasado octubre. Entonces la cotización del gas natural, desencadenante primordial de la crisis energética actual, comenzaba a caer tras haber llegado romper sus techos en el mes de agosto. Ahora ha bajado mucho. Este martes, por poner un ejemplo, cotiza a treinta y ocho con cinco euros. Ese caiga explica que la energía ya no sea la causa primordial de la alta inflación que aún padece la zona euro, si bien en el mes de abril haya vuelto a terreno positivo (un dos con cinco% en el último año) una vez que en el tercer mes del año marcase números negativos (-cero con nueve%).
Ahora el testigo lo han tomado los comestibles. Los procesados han subido un catorce con siete%, un dato altísimo si bien menor que en el tercer mes del año. Esto explica que los índices de inflación en los que se suprimen los componentes más volátiles, como la energía, el tabaco o los comestibles frescos hayan bajado. El que suprime los 3 ha quedado en el incremento anual cinco con seis%, un décima menos que en el tercer mes del año.
Que los índices latentes de los costos hayan comenzado a bajar en el mes de abril es la buena nueva de abril ya que hasta marzo subían, y este es uno de los indicadores que con más atención observan las autoridades monetarias para tomar sus resoluciones. Por tanto, con los datos que ha difundido Eurostat los dos bandos que hay en el consejo de Gobierno del BCE, el que apuesta por proseguir incrementando tipos de manera fuerte y el que prefiere aflojar el ritmo hallarán razonamientos para mantener sus situaciones.
Por otra parte, el ligero repunte de abril prueba algo que vienen apuntando prácticamente todas las previsiones conocidas en los últimos meses: los costos van a bajar de manera lenta. La Comisión Europea examinará sus previsiones en menos de un par de semanas, mas las actuales ahora predicen que este año el dato medio va a ser del cinco con seis%, un número que encierra un atisbo de aguardando, puesto que al ser una media viene a decir que en los próximos meses la inflación debe caer cara finales de año.
Sigue toda la información de Economía y Negocios en Facebook y Twitter, o en nuestra newsletter semanal