La inversión en la Bolsa se encuentra en un mar revuelto, similar a los ríos de alta montaña. Con muchos índices bursátiles alcanzando máximos históricos, el nerviosismo ha comenzado a cundir entre los inversores. Ciertas voces están levantando alarmas sobre la posible creación de una burbuja en el sector tecnológico, donde gigantes como Nvidia y Oracle se han visto inflados por el auge de la inteligencia artificial. Ante este panorama, las dudas crecen.
Fondo de dividendos: una estrategia sólida
En este contexto incierto, los fondos que invierten con un enfoque en la política de dividendos de las empresas están ganando protagonismo. Estos fondos no solo analizan el potencial de revalorización de las acciones, sino que también consideran la capacidad de las compañías para generar y mantener una retribución a los accionistas. Antonio Rico, asesor del fondo Baelo Patrimonio de Andbank, destaca que su estrategia busca empresas con un flujo de caja que les permita incrementar los dividendos a largo plazo. “Este enfoque ha demostrado ser sólido ya que estas compañías suelen ser más resistentes en momentos difíciles del mercado”, asegura.
Sin embargo, este enfoque también conlleva un costo; en épocas de euforia bursátil, los fondos de dividendos tienden a rezagarse en rentabilidad. Un ejemplo claro es que en los últimos cinco años, el S&P 500 ha crecido a un ritmo anual del 15%, mientras que los aristócratas del dividendo solo lo han hecho al 8%.
El atractivo de los aristócratas del dividendo
El mercado continúa muy enfocado en las “compañías de crecimiento”, que reinvierten sus ganancias en búsqueda de mayores rendimientos futuros. Desafortunadamente, esta estrategia no siempre garantiza éxito y puede llevar a caídas en las acciones. “Por lo general, las empresas tecnológicas no suelen repartir muchas ganancias, ya que su prioridad es crecer”, comenta Rico, quien enfatiza que los fondos de dividendos ofrecen un perfil más defensivo.
Este perfil conservador ha atraído a más inversores. Durante el primer semestre de 2025, los fondos cotizados en dividendos captaron más de 20.000 millones de euros, superando con creces las inversiones de los dos años anteriores. Según M&G, aquellos que ignoran los dividendos están cometiendo un error. “A pesar de que este estilo de inversión ha estado eclipsado por el fervor de la ‘nueva economía’, la historia ha demostrado que los dividendos son cruciales para la rentabilidad sostenida en la renta variable”, explican.
Los llamados “aristócratas del dividendo” son aquellas empresas que mantienen una política de retribución creciente durante al menos 25 años, demostrando su solidez a lo largo de eventos económicos adversos. S&P Global Ratings mantiene un listado de 69 de estas compañías, donde destacan nombres icónicos como Coca-Cola y McDonald’s.
Rentabilidad y menos volatilidad
Al analizar su rendimiento a largo plazo, se observa que estas empresas han generado un retorno promedio anual del 10,34% en 20 años, aunque ligeramente inferior al S&P 500. Sin embargo, su volatilidad es notablemente menor, algo atractivo para los inversores que buscan estabilidad.
Diversas gestoras, como DWS y su fondo XTrackers Stoxx Global Select Dividend, han optado por esta estrategia. Este fondo ha logrado rentar un 15,5% en 2025, al incluir en su cartera tanto compañías consagradas como algunas tecnologías que han tenido un buen desempeño.
Rico reconoce que el interés por las empresas con fuertes políticas de dividendos puede dificultar la adquisición a precios razonables. Pese a ello, el atractivo es innegable. Los dividendos son vistos por muchos como una fuente confiable de ingresos, ofreciendo una sensación de seguridad en un entorno de mercado incierto.
En conclusión, mientras que la inversión en acciones tecnológicas continúa siendo un tema candente, el enfoque en los dividendos representa una opción sólida para quienes buscan estabilidad en sus inversiones. Una rentabilidad periódica y sostenible puede ser la clave para construir un futuro financiero robusto.
