Según el jefe de la compañía, Pat Gelsinger, son unos “resultados sólidos”. Según las cantidades, son las mayores pérdidas trimestrales que padece Intel en su historia. El fabricante de microprocesadores ha comunicado a la Comisión de Valores y Bolsa de Estados Unidos (la SEC), que ha sufrido unos números colorados de dos mil setecientos sesenta y ocho millones de dólares americanos (unos dos mil quinientos millones de euros al género de cambio actual) en el primer trimestre del año. La cifra equipara con ocho mil ciento trece millones de dólares americanos del mismo periodo de hace un año, solo que en aquel caso de beneficios, no de pérdidas.
El deterioro de la cuenta de resultados de Intel comienza por la primera línea, en la que los ingresos caen un treinta y seis%, hasta once y setecientos quince millones de dólares americanos, la cantidad de ventas más baja desde dos mil diez. Desde ahí desciende por toda la catarata. El margen bárbaro baja del cincuenta% al treinta y cuatro%, el margen operativo cambia de signo y pasa a ser negativo y el color colorado se sostiene hasta la última línea.
Las ventas de microprocesadores se dispararon con la pandemia por el enorme apogeo de la venta de ordenadores derivado del confinamiento y el trabajo a distancia. Tras esas ventas concentradas y la relativa vuelta a la normalidad, los usuarios y las compañías han invertido menos en ordenadores y han necesitado menos microprocesadores de Intel.
Se han hundido sobre todo las ventas de microprocesadores para portátiles, un cuarenta y tres%, mas asimismo las de ordenadores de sobremesa, más de un treinta%. Por si fuera poco, la demanda de chips por la parte de los centros de datos asimismo ha castigado los ingresos de la compañía.
Además, Intel no ha sido capaz de competir con Nvidia en los microprocesadores de gran potencia que se utilizan en la inteligencia artificial, al paso que perdía cuota de mercado en los de menos capacidad a manos de contrincantes como AMD
Los responsables de la compañía se han mostrado especialistas en poner al mal tiempo buena cara: “Hemos obtenido unos sólidos resultados en el primer trimestre, lo que representa un progreso constante en nuestra transformación”, ha declarado el consejero encargado, Pat Gelsinger. David Zinsner, directivo financiero de Intel, ha añadido: “Hemos superado nuestras expectativas para el primer trimestre tanto en los beneficios como en los resultados, y hemos seguido siendo disciplinados en la gestión de gastos como parte de nuestro compromiso de impulsar la eficiencia y el ahorro de costes”.
La empresa, no obstante, prevé para el segundo trimestre unas pérdidas afines a las del primero, conforme las cantidades que ha comunicado a la SEC. Hasta ahora, las mayores pérdidas trimestrales en los seiscientos ochenta y siete millones de dólares americanos del cuarto trimestre de dos mil siete. Según las previsiones de la compañía, las ventas apenas repuntarán este trimestre y se ubicarán entre los once y quinientos y los doce y quinientos millones de dólares americanos.
Intel ha puesto en marcha un plan de transformación que incluye la fabricación propia de un mayor volumen de microprocesadores y se ha embarcado en millonarias inversiones industriales aprovechando los incentivos promovidos por el Gobierno de Joe Biden.
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