Las tres grandes patronales bancarias de España, AEB, CECA y Unacc, han lanzado un ambicioso informe con 24 propuestas destinadas a aliviar la carga regulatoria que enfrentan las instituciones financieras. Este documento abarca medidas específicas enfocadas no solo en el ámbito financiero, sino también en sostenibilidad y digitalización, buscando así mejorar la competitividad tanto del sector bancario español como del europeo.
Durante un evento reciente, Alejandra Kindelán, presidenta de la Asociación Española de Banca (AEB), destacó la urgencia de simplificar la regulación. “Esto no es simplemente un debate técnico; es un asunto social que impacta a familias, pymes, autónomos, agricultores, y a todos los sectores productivos”, aseguró. Kindelán subrayó que esta simplificación puede convertirse en una “palanca de crecimiento y competitividad”, evitando complicaciones innecesarias y permitiendo al sector financiero cumplir su rol de financiamiento para la economía real.
En su exposición, Kindelán se refirió a la necesidad de “racionalizar” y eliminar superposiciones en la normativa actual. Las patronales proponen un conjunto de seis medidas clave que, según su visión, son indispensables para simplificar el entorno regulatorio y de supervisión que rige al sector financiero.
Entre estas medidas, resalta la importancia de simplificar el marco macroprudencial para evitar duplicidades. También es fundamental reducir la complejidad de los estándares técnicos regulatorios establecidos por las autoridades de supervisión nacionales.
Otra recomendación crítica es mejorar la alineación del marco supervisor, promoviendo mayor transparencia y racionalidad en relación con los colchones de capital que surgen de las inspecciones. Las patronales buscan estabilizar los costes de supervisión y elevar la calidad de sus procesos.
Además, se propone revisar y simplificar los requisitos mínimos de fondos propios (MREL) y asegurar la proporcionalidad en la legislación vigente. Por último, en relación al euro digital, se advierte que se puede lograr una autonomía efectiva en pagos utilizando soluciones de pago instantáneo ya existentes, lo que facilitaría su implementación y reduciría costos.
Con estas medidas, el sector bancario espera no solo cumplir con las normativas, sino también potenciar su papel en la economía, mejorando así la calidad de vida de los ciudadanos y apoyando la recuperación económica.
