Gabriel Zucman: El Economista que Revoluciona la Fiscalidad en Francia
Gabriel Zucman, un brillante economista parisino de 39 años, se ha convertido en el centro de atención en Francia, gracias a su audaz propuesta de gravar con un 2% la riqueza de los multimillonarios. Esta idea, que busca corregir una “anomalía” fiscal, ha generado un amplio debate político y social en el país. Zucman, discípulo del reconocido economista Thomas Piketty, ha propuesto un impuesto mínimo a las fortunas que superan los 100 millones de euros, lo cual afecta a alrededor de 1.800 ciudadanos en Francia.
Un Fenómeno Editorial
Su ensayo «Los multimillonarios no pagan el impuesto sobre la renta y vamos a ponerle fin» se ha convertido en un éxito rotundo, con casi 50.000 copias vendidas desde su lanzamiento hace un mes. A través de este trabajo, Zucman revela que la carga fiscal de la población común oscila entre el 25% y el 50% de sus ingresos, mientras que los ultrarricos escapan con tasas del 0% al 2%. Este desequilibrio, que vulnera el principio de igualdad fiscal consagrado en la constitución francesa, ha encontrado eco en una amplia parte de la sociedad, incluso entre votantes de derecha.
El Debate sobre Justicia Fiscal
En una profunda entrevista en la Paris School of Economics, Zucman compartió sus perspectivas sobre la fiscalidad moderna. “Sin impuestos, no hay sociedad. Son fundamentales para la democracia”, enfatiza. En tiempos de creciente deuda del 116% del PIB y un déficit del 5,4%, subraya la necesidad de reformar el sistema fiscal para lograr un reparto más equitativo del esfuerzo fiscal.
Contrario a lo que muchos piensan, los multimillonarios no han dejado de incrementar su riqueza. En 1997, representaban solo el 3% del PIB mundial; hoy, esa cifra alcanza el 14%. La situación se ilustra con la fortuna de figuras como Bernard Arnault, dueño de LVMH, que se estima en 150.000 millones de euros, equivalentes al 5% del PIB galo.
Apoyo Popular y Resistencia Política
A pesar de que el 86% de los franceses respalda el impuesto propuesto por Zucman, este ha sido rechazado en dos ocasiones por el Parlamento. “La influencia de los multimillonarios en la política es notable”, comenta Zucman, resaltando que han utilizado su poder para desinformar al público. Sin embargo, se muestra optimista: “Las fuerzas democráticas son más fuertes a largo plazo”.
Zucman no se identifica con el odio hacia los ricos, sino que defiende la necesidad de que todos contribuyan al bien común. Su propuesta de un impuesto mínimo del 2% no busca castigar a los multimillonarios, sino corregir una desigualdad evidente en el sistema fiscal.
Una Nueva Visión para el Futuro
Este economista, cuya trayectoria fue marcada por la crisis financiera de 2008, está decidido a transformar la percepción de la fiscalidad como una mera cuestión técnica. Zucman insiste en que la equidad en la imposición es esencial para el funcionamiento de una sociedad democrática y sostiene que la transparencia en la fiscalidad es crucial para cualquier avance. Con una mirada al futuro, sigue abogando por un equilibrio justo entre riqueza y responsabilidad social.
Aunque Zucman no busca la fama, su creciente notoriedad en los medios franceses (ubicándose como la novena personalidad más citada) le permite propagar sus ideas y fomentar la discusión sobre la justicia fiscal, un tema que requiere atención urgente en el contexto político actual.
Esta es la historia de un economista que busca arrojar luz sobre un sistema que, en su opinión, ha visto demasiada oscuridad por demasiado tiempo.
