indica Grifols en el informe anual registrado frente a la SEC.
La compañía explica asimismo en su documentación que se ha fijado la data del veinticuatro de agosto para la aprobación terminante del pacto con el que saldar una demanda colectiva presentada en Illinois con el pago de dieciseis con setenta y cinco millones de dólares americanos. En ese litigio, los demandantes aducían que Grifols vulneró la Ley de Privacidad de la Información Biométrica de Illinois. Dichos demandantes donaron plasma en uno de los centros de Grifols en Illinois y como una parte del proceso debían escanear por lo menos una huella digital para contrastar su identidad.
Los demandantes acusaron a Grifols de infringir la citada ley al no realizar una política de conservación de datos conveniente y por compilar, usar y guardar los datos biométricos de decenas y decenas de miles y miles de donantes sin conseguir su permiso informado por escrito. Aunque Grifols niega esas alegaciones del demandante, alcanzó un acuerdo para dar carpetazo al caso por los convocados dieciseis con setenta y cinco millones, que fue aprobado de forma preliminar por el juzgado el pasado nueve de marzo de dos mil veintitres.
También en Illinois, mas en un caso completamente diferente, Grifols y Ortho demandan a Abbott el pago de derechos por una patente con relación a el VIH, fruto de un pacto de dos mil diecinueve. Aunque un árbitro sentenció que Abbott debía abonar 4 millones de dólares americanos a GDS/Ortho, el pleito prosigue y Abbott procura inutilizar la patente.
En su informe anual frente a la SEC, Grifols hace repaso de los peligros que conminan a la compañía y pone el acento en la deuda, el auténtico talón de Aquiles de la compañía en tiempos de subida de las clases de interés. A treinta y uno de diciembre de dos mil veintidos, su pasivo financiero corriente y no corriente ascendía a diez y setecientos cincuenta y seis millones de euros, de los que una mayoría substancial (nueve.960,6 millones de euros) era deuda en un largo plazo. La compañía explica que unos mil trescientos millones de euros y otros dos mil trescientos millones de dólares americanos son deuda a tipo variable, un treinta y siete% del total.
“Nuestro alto nivel de endeudamiento podría tener efectos adversos significativos en nuestro negocio”, acepta la compañía, que cuenta las posibles dificultades derivadas de esa deuda tan alta. También apunta que los pactos que rigen su deuda poseen distintas cláusulas que limitan su capacidad de aceptar deuda auxiliar, de abonar dividendos o efectuar distribuciones a los accionistas de Grifols o amortizar o recomprar capital social, de efectuar inversiones y otras operaciones.
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