EiDF, la compañía de instalaciones fotovoltaicas que lleva desde el viernes con la cotización suspendida, ha mandado un comunicado este miércoles al BME Growth, la bolsa de pequeños valores, en el que acepta que no va a ser capaz de presentar la información financiera pertinente a dos mil veintidos en el plazo legal previsto, que vence el próximo treinta de abril. La CNMV suspendió la compra y venta de los títulos de la firma el pasado viernes por el hecho de que infringió otro plazo: el de elaborar esos estados financieros frente al regulador con la auditoría pertinente ya antes del treinta y uno de marzo.
La empresa acepta que la revisión de las cuentas ha forzado la situación y echa la culpa del entuerto a su pretensión de dar el salto al mercado progresivo, ya que su capitalización, mil setecientos veinte millones, hace que sea equiparable a empresas del tamaño de NH Hoteles, Almirall, Meliá o Metrovacesa. “La sociedad está llevando a cabo los trabajos internos que permitan a EiDF adaptarse, desde el punto de vista contable, mercantil, de gobernanza y de organización a los requerimientos necesarios para solicitar la incorporación de sus acciones en las Bolsas de Valores españolas”, apunta la compañía gallega. La necesidad de acomodar los estados financieros “a las normas internacionales de información financiera adoptadas por los Reglamentos de la Unión Europea (NIIF)” les ha llevado a contratar los servicios de KPMG como consultor financiero y contable, “incluyendo en dichos servicios una evaluación preliminar del control interno de la Sociedad”.
En este punto aceptan que en esa adaptación, así como la auditoría de dos mil veintidos encargada a PwC, “se han puesto de manifiesto determinadas cuestiones que podrían tener un impacto relevante en su informe de auditoría, que ha determinado la necesidad de ampliar el alcance de los procedimientos”.
La empresa que encabeza Fernando Romero no especifica solamente sobre qué inconvenientes se han encontrado en las cuentas, solo agrega que para resolverlos “La sociedad está llevando a cabo los trabajos internos que permitan a EiDF adaptarse, desde el punto de vista contable, mercantil, de gobernanza y de organización a los requerimientos necesarios para solicitar la incorporación de sus acciones en las Bolsas de Valores españolas”. Es decir, que al actual auditor le agregarán otras dos asesorías externas, de KPMG y una firma aún por determinar, a fin de que salga adelante la revisión contable.
De ese proceso, conforme la compañía, el mercado va a recibir información puntual, “así como del resultado del análisis llevado a cabo por la misma, del proceso de formulación de los estados financieros 2022, y de la publicación de los mismos tras la finalización del proceso de auditoría de PwC”.
Los títulos de EiDF quedaron suspendidos cautelarmente en veintinueve con setenta y seis euros y la compañía tiene una capitalización de mil setecientos veintiuno millones de euros tras valorizarse más de un seiscientos% desde el momento en que empezó a cotizar en dos mil veintiuno.
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“incluyendo en dichos servicios una evaluación preliminar del control interno de la Sociedad”