Los Fondos Acreedores de Celsa Implican a Francesc Rubiralta en una Controversia Judicial
Un nuevo capítulo en la saga judicial entre los fondos propietarios de Celsa y Francesc Rubiralta ha cobrado protagonismo. Recientemente, un juez mercantil de Barcelona falló parcialmente a favor de los nuevos dueños de la siderúrgica, condenando a Rubiralta a devolver más de 7 millones de euros por retribuciones variables que recibió en 2022 y 2023, durante un periodo crítico para la empresa.
Este dictamen se enmarca en un contexto más amplio, donde la familia fundadora de Celsa, que estableció la firma en 1967, se vio obligada a ceder el control de la compañía en septiembre de 2023. En ese momento, un juzgado aprobó un plan de reestructuración que transformó 1.291 millones de euros en deuda en el 100% del capital, lo que permitió a los acreedores tomar las riendas de la empresa.
Con un nuevo consejo de administración en función, los fondos no tardaron en iniciar acciones legales contra Rubiralta, presentando tres demandas que evidencian la tensión entre ambas partes. La más relevante fue la que alegó una violación del deber de lealtad por parte del expresidente, quien cobró una suma exorbitante de 9.173.569,5 euros a pesar de la crisis financiera que atravesaba Celsa. El juez, al fallar en este caso, no dejó de lado el impacto negativo de tales transacciones sobre el interés social de la compañía.
Aunque la sentencia condena a Rubiralta, aún queda camino por recorrer, ya que la decisión no es definitiva y puede ser apelada ante la Audiencia Provincial de Barcelona.
Acusaciones de Préstamos Fraudulentos
No obstante, la controversia no se detiene aquí. Los nuevos propietarios también acusan a Rubiralta de haber otorgado préstamos «fraudulentos» por un total de 500 millones de euros a empresas controladas por su familia. Sin embargo, esta primera demanda fue desestimada, y el juzgado determinó que no había evidencia suficiente para afirmar que la falta de reclamación de esos créditos perjudicó a la empresa.
Este fallo, emitido el 5 de junio por el Juzgado de lo Mercantil número 5 de Barcelona, reafirmó la naturaleza «incobrable» de los créditos a Inversiones Pico Espadas y a otras subsidiarias familiares, indicando que Rubiralta actuó dentro de la legalidad y no infringió su deber de diligencia.
La Suspense de un Préstamo Pendiente
A medida que avanza esta compleja trama judicial, queda aún pendiente una tercera demanda relacionada con un préstamo de 22 millones de euros a una empresa ligada a la madre de Rubiralta. Este caso sigue en el aire y podría añadir más intriga a una historia que ha captado la atención del sector.
En resumen, mientras los fondos acreedores continúan su ofensiva legal, el futuro de Rubiralta y de Celsa se enfrenta a importantes decisiones judiciales que podrían redefinir el rumbo de la siderúrgica catalana.
