El debate sobre la desigualdad intergeneracional ha cobrado fuerza últimamente, atrayendo la atención de diversas corrientes intelectuales. En este contexto, se confrontan las realidades de los «boomers» y los jóvenes, es decir, padres e hijos, a través de una lupa que examina sus realidades económicas y balances patrimoniales. Sin embargo, es importante aclarar que ninguna de estas generaciones es responsable de las dificultades de la otra; las verdaderas culpables son las políticas económicas y sociales implementadas.
Una Realidad Sorprendente
En España, la situación es peculiar: hay quienes reciben salarios comparables a pensiones y viceversa. Este fenómeno refleja tanto la generosidad del sistema de pensiones como la precariedad del mercado laboral, o quizás una mezcla de ambos. Es cierto que, mientras algunos trabajadores tienen salarios significativamente más altos que muchas pensiones, existen numerosos asalariados y jubilados que encuentran sus ingresos en rangos semejantes, apuntando a una alarmante anomalía económica que necesita ser abordada.
El Contexto de las Pensiones y los Salarios
Un análisis de las cifras revela que en la Encuesta de Población Activa, el salario medio se situó en 2,385 euros mensuales (28,620 euros anuales), en contraposición a una pensión media de 1,668 euros (23,352 euros anuales). Si desglosamos estos datos, hallamos que, en términos generales, los pensionistas reciben el 81.6% de lo que ganan los asalariados, lo que indica que la relación entre los ingresos de trabajadores activos y jubilados es más compleja de lo que parece.
Desigualdades Marcan la Tónica
En torno a 5.5 millones de asalariados perciben menos de 1,582 euros al mes, y si consideramos el 40% con las compensaciones más bajas, esto abarca a más de 7 millones de trabajadores. Esta situación se complica aún más cuando notamos que alrededor del 38.8% recibe anualmente menos de 20,000 euros, y el salario más frecuente se encuentra por debajo de los 16,000 euros. A este universo se suma un 45% de los pensionistas, quienes perciben aportaciones similares, mientras que un 54.7% de jubilados cuenta con ingresos superiores.
La Brecha Creciente
Las diferencias entre las pensiones nuevas y los salarios de los trabajadores nos ofrecen otra perspectiva inquietante. En septiembre, la pensión promedio para jubilados del régimen general fue de 1,780 euros mensuales, superando así el ingreso mensual del 40% de los asalariados.
El contraste es evidente. Aunque los sueldos suelen incrementarse con la edad, el sistema actual muestra signos de fragilidad debido a la escasa capacidad del mercado laboral para ofrecer remuneraciones competitivas. Sin la inyección de casi 50,000 millones de euros en impuestos, las pensiones no podrían pagarse este año, subrayando que el modelo actual es insostenible.
Necesidad de Reformas Urgentes
La generosamente alta tasa de retorno de pensiones en comparación con los salarios (80.4% en España frente al 59.9% en la Unión Europea) resulta preocupante. Esta situación se ha visto alimentada por decisiones gubernamentales que priorizan soluciones fáciles a problemas complejos, dejando de lado reformas fundamentales.
Con un modelo productivo centrado en servicios de escaso valor añadido y una tendencia hacia la devaluación salarial post-crisis, se ha generado un entorno de crecimiento de empleo, pero de baja productividad. Así, los modelos económicos y de pensiones presentan una relación disfuncional que debe corregirse de inmediato.
Reflexión Final
Anticipándose a la necesidad de cambios, es imperativo actuar pronto para evitar un futuro más doloroso. La historia nos muestra que, si bien las decisiones pueden ser difíciles, su implementación oportuna puede evitar un desenlace perjudicial, tanto para jubilados como para activos. En palabras de José Antonio Vega, reconocido periodista, «cuanto antes, mejor y menos doloroso».
