Las centrales nucleares de Cataluña se preparan para seguir el ejemplo del reactor de Almaraz en Extremadura, buscando extender su vida útil hasta al menos 50 años. Actualmente, las plantas de Ascó y Vandellòs contribuyen con un 50% de la demanda eléctrica anual de Cataluña y representan el 9% del total nacional. Sus fechas de desconexión están fijadas: Ascó I para octubre de 2030, Ascó II para septiembre de 2032 y Vandellòs II para febrero de 2035. Sin embargo, Anav, la entidad que gestiona estas instalaciones, sostiene que están listas para operar mucho más allá de esos plazos, a pesar de que su vida útil teórica se estableció en 40 años.
Preparativos para una vida prolongada
Paulo Santos, director general de Anav, comentó recientemente que las condiciones de seguridad y la preparación de la plantilla permiten considerar una prolongación de la vida de los reactores. “Estamos a la expectativa”, declaró, dejando claro que no han solicitado oficialmente al Gobierno una extensión de los permisos, aunque ya lo ha hecho Almaraz, lo cual Santos considera “un avance positivo para el sector”.
La compañía Anav, propiedad de Endesa e Iberdrola, está equipada técnicamente para solicitar esta prórroga en el momento oportuno y asegura que no hay razones válidas para el cierre. En cuanto a las inquietudes sobre la seguridad de un reactor que lleva operando medio siglo, Anav destina anualmente 90 millones de euros (30 millones por reactor) a mejorar y mantener la infraestructura, asegurando que las instalaciones están libres de fugas y averías.
Inversiones constantes en seguridad
“Las tres centrales han pasado satisfactoriamente revisiones de seguridad y se encuentran en óptimas condiciones técnicas. Nuestro compromiso se traduce en inversiones anuales que garantizan su mejora continua”, afirmó Santos en un reciente encuentro con medios. Ascó I comenzó a operar el 10 de diciembre de 1984, y Ascó II lo hizo el 31 de marzo de 1986. En relación a las autorizaciones de explotación, Santos mencionó que suelen ser solicitadas por periodos de 10 años, con el objetivo de alcanzar los 50 años.
La ministra de Transición Ecológica, Sara Aagesen, confirmó que, hasta el momento, Almaraz es la única central que ha solicitado una prórroga. En declaraciones en la cumbre climática COP30 en Belém, Brasil, Aagesen recordó que los propietarios de las centrales acordaron en 2019 un calendario de cierre y ahora les corresponde decidir si desean solicitar una ampliación.
“Por ahora, solo hemos recibido la solicitud de Almaraz. Nuestro objetivo es que cualquier coste relacionado con esta ampliación no recaiga sobre los ciudadanos, y trabajamos para asegurar que las normas de seguridad nuclear se cumplan adecuadamente”, añadió.
Recientemente, el Congreso de los Diputados rechazó una enmienda del PP en el Senado que buscaba eliminar la «fecha de cese definitivo» para las centrales nucleares de Almaraz, Ascó I y Cofrentes en Valencia, tras una abstención de Junts. La discusión sobre el futuro de estas plantas continúa, a medida que se evalúan las posibilidades de una prórroga.
