Explorando los Fondos Temáticos: Ventajas y Advertencias para Inversores Novatos

Explorando los Fondos Temáticos: Ventajas y Advertencias para Inversores Novatos

¿Es posible identificar tendencias de inversión que realmente valgan la pena? ¿Podemos aprender de las estrategias de los inversores institucionales, del pasado o de los enfoques en otros países? Estas son preguntas que muchos emprendedores y aficionados a las finanzas se hacen hoy en día.

El crecimiento de los fondos temáticos

Los fondos temáticos han experimentado un crecimiento vertiginoso en número y patrimonio. De acuerdo con un análisis de Morningstar, a finales de 2024, más de 560.000 millones de dólares estaban invertidos en estos vehículos, una cifra que se ha más que duplicado en solo cinco años. Europa lidera este fenómeno, con la transición energética captando la mayor parte de las inversiones. El número de fondos ha pasado de 1.200 en 2018 a cerca de 2.800 en 2024, a pesar de que Estados Unidos, habitualmente considerado un pionero en productos financieros, se mantiene un paso atrás en este ámbito.

Sin embargo, es importante destacar que esta cifra, aunque elevada, no alcanza los picos alcanzados en 2021, un año marcado por el auge de las energías alternativas. Las decepciones en ciertas tendencias parecen haber llevado a los inversores a replantearse sus decisiones.

La industria de la gestión de activos

La gestión de activos a nivel global llegó a casi 130 billones de dólares a finales de 2024, superando el PIB mundial y abarcando la mitad del sistema financiero no bancario. De esta suma, alrededor de 60 billones están en fondos abiertos y ETFs accesibles para cualquier inversor, ya sea institucional o particular. Dentro de este universo, los fondos temáticos representan aproximadamente un 9%.

Curiosamente, solo el 20% del patrimonio en fondos y ETFs pertenece a inversores institucionales, que a menudo prefieren estrategias de gestión personalizadas o fondos cerrados. En estos últimos, la exposición a tendencias temáticas es mucho más baja, rondando el 2-3%. Esta mayor cautela por parte de los inversores institucionales podría explicar esta tendencia.

La naturaleza diversa de los fondos temáticos

No hay un criterio universalmente aceptado para categorizar un fondo o ETF como “temático”. La falta de consenso también se extiende a la elección de índices representativos de cada tendencia. Por ejemplo, dos fondos pueden llevar “Inteligencia Artificial” en su denominación pero estar vinculados a índices completamente diferentes.

Desde su lanzamiento en marzo de 2017, uno de los fondos de inteligencia artificial más grandes de Europa no ha conseguido superar al Nasdaq, en parte por su menor exposición a Nvidia. A pesar de esto, ha tenido un rendimiento superior a otros ETFs lanzados en Europa, aunque no alcanza a algunos que siguen índices distintos.

Preferencias regionales en la gestión

Morningstar señala diferencias significativas en los estilos de gestión entre regiones. En Europa, el 86% de los fondos temáticos utilizan gestión activa, mientras que en Estados Unidos, el 80% son de gestión pasiva. Sin embargo, si el índice o la temática elegida resulta fallida, la gestión pasiva puede acentuar las pérdidas, especialmente en carteras concentradas.

En cuanto a la transición energética, el dilema es similar: no existe un índice de referencia único. Los más destacados, como el S&P Global Clean Energy Transition y el MSCI Global Alternative Energy, presentan poca coincidencia en sus diez principales posiciones. Esta variedad provoca una notable dispersion en los resultados de los fondos.

En Europa, más de 20 fondos están clasificados en “energías alternativas”, y sus resultados varían dramáticamente, desde un 0% hasta un 40%. En los últimos tres a cinco años, muchos de estos fondos han registrado pérdidas significativas, con un descenso cercano al 30% en el MSCI Global Alternative Energy. A pesar de una leve recuperación reciente, los inversores no han tardado en retirar sus fondos.

Inversión en sectores de tendencia

En sectores más específicos, como el hidrógeno verde, apoyar a través de fondos no garantiza una exposición robusta. Por ejemplo, Siemens Energy es la principal posición del mayor fondo de hidrógeno, pero su contribución a los ingresos podría no superar el 3% del total.

Los fondos temáticos juegan un papel vital al financiar la innovación, ofreciendo una forma de participar en la evolución de industrias clave. Sin embargo, suelen conllevar más riesgo en comparación con fondos generales, donde los sectores y empresas exitosas se integran con el tiempo. Anticiparse a estas tendencias puede ser lucrativo, pero acertar en el momento adecuado y en la elección del producto ideal es todo un desafío.

Marta Díaz-Bajo, directora de Estrategia de atl Capital, destaca que, aunque los fondos temáticos pueden ser una herramienta valiosa, la prudencia y la investigación son esenciales en la toma de decisiones de inversión.