Hay actores del ecosistema emprendedor español que jamás reniegan de sus orígenes pues fueron, exactamente sus resoluciones en aquellos primeros instantes, las que determinaron y definieron el proyecto de éxito que acumulan hoy en día.
Draper B1 es uno de ellos. Con más de diez años a sus espaldas a la vera de los emprendedores, la gestora de capital peligro con sede en Valencia es uno de esos protagonistas que ha sido testigo de primera fila de la madurez del ecosistema start-up en España.
De hecho, el venture capital termina de recoger en Copenhague el título de mejor inversor global del año dos mil veintitres en los premios Global Startup Award, que reconocen a los mejores agentes del ecosistema, inversores, start-ups y demás corporaciones a nivel del mundo.
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Enrique Penichet, Founding Partner de Draper B1, resalta la «marca de la casa», -«trabajar mano a mano con los emprendedores», reconoce a D+I- como uno de los pilares que les ha tolerado edificar la comunidad en que la gestora y sus start-ups del porfolio se han transformado en estos años -ha invertido en más de cien compañías en estos años-.
«Nacimos como aceleradora cuando en el ecosistema de España estaba todo por edificar. Invertimos en fases tempranas y somos siendo conscientes de que invertimos más en personas que en empresas«, narra a D+I Enrique Penichet.
Nacimos como aceleradora cuando en el ecosistema estaba todo por edificar. Somos siendo conscientes de que invertimos más en personas que en empresas
Cabe rememorar que Draper B1 fue impulsada por un equipo de emprendedores e inversores que, a su vez, fundó la primera aceleradora española experta en el impulso de ideas de negocio novedosas que fundamentan su modelo en la red y en las aplicaciones para móviles.
Ese vínculo con los emprendedores les ha llevado a desempeñar desde sus principios una tarea de refuerzo, de apoyo a los creadores que traspasa el mero plano profesional… y que ‘no sabe ni de horarios, ni de data en el calendario’. «Nos agrada tener esa relación especial«.
Inversores que «asisten»
De ahí que, más de una vez, el equipo haya comentado con determinada ironía que «parecemos más sicólogos que inversores», apostilla Penichet mientras que comparte una sonrisa cómplice con Raquel Bernall, Managing Partner en la gestora.
«Nuestra primera inversión fue hace diez años. Desde entonces, todo ese conocimiento que hemos ido produciendo en la evolución de todas y cada una esas compañías es un activo que no se puede apresurar ni comprar. Hay que tenerlo», asevera Raquel Bernall.
«Venimos de abajo e procuramos que ese sea nuestro valor añadido cuando invertimos en las compañías», detalla la encargada de la gestora.
Y es que su condición de human venture capital y esa cercanía con el inversor no está reñida con unas cantidades de impacto que revelan el recorrido de su propuesta para edificar la nueva economía digital y tecnológica de nuestro tiempo.
Draper B1 cuenta cincuenta compañías activas en el porfolio y con más de 50 millones de euros de activos bajo administración en 3 fondos.
La experiencia de Dost
En su trayectoria, la gestora ha completado desinversiones triunfantes en múltiples empresas, entre ellas MrJeff, Signaturit, Billage, Koibox, Aiudo, y Skitude, que brincó a cotizar en Euronext. «Nuestro propósito es estar al lado del emprendedor y dotarlo de las herramientas y conexiones para medrar y globalizarse», insisten.
Adam Barberá es uno de esos emprendedores donde Draper B1 ha sido una pieza clave para el escalado del proyecto. El creador está al frente de Dost, un Software as a Service impulsado por inteligencia artificial basado en modelos de lenguaje grande (LLM).
Su propuesta deja compilar, validar y procesar facturas de distribuidores y los procesos relacionados a través de la extracción de datos de calidad, la digitalización de procesos y una mejor visibilidad de las tendencias de gasto de los distribuidores y la evaluación comparativa de los distribuidores.
«Draper B1 lideró nuestra ronda pre-seed. Desde el comienzo trabajar con Enrique ha sido fantástico. ¿Conoces a esos inversores que te afirman que verdaderamente asisten? Pues Enrique es uno de ellos. De el resto, por el momento, hasta el momento en que no lo vea no me lo creo», sentencia Barberá a D+I.
Pasado un tiempo desde aquel instante crítico para Dost, el CEO reconoce que «proseguimos manteniendo el contacto con Enrique y con todo el equipo; Cecilia, Luis, Luz, Raquel, Teresa, Ana… Para mí, no me extraña que les hayan ante este último premio pues verdaderamente el trabajo que hacen es buenísimo».
«Que estén ahí cuando lo necesites, y que no solo cuentes con la persona que lleva específicamente tu proyecto, que en nuestro caso es Enrique, sino más bien con cualquier otro miembro del equipo, es una cosa que no se halla de manera fácil», puntualiza el CEO de Dost.
Radiografía del ecosistema de España
Pero ¿qué radiografía hace Draper B1 del emprendimiento español? ¿De qué forma ha evolucionado en estos últimos diez años y qué papel ha jugado la covid? Parece que ha pasado un buen tiempo desde aquel dos mil diez cuando la gestora vio la luz, y, de alguna forma, así ha sido, sobre todo en el ecosistema start-up donde el tiempo se mide por otras métricas.
«En dos mil diez había muy poco ecosistema y poquísimas herramientas. Por eso nacimos como aceleradora en aquel instante, para intentar dar ese conocimiento a esos emprendedores que daban esos primeros pasos», señala Penichet.
La situación ha alterado en extremo en los últimos tiempos con multitud de aceleradoras públicas y privadas por todo el país que han elevado el grado de conocimientos del ecosistema con un cambio de perfil del emprendedor, considerablemente más preparado, del que Draper B1 da fe.
Este proceso de maduración pisó el acelerador a lo largo de la pandemia por el tirón de la digitalización. «Había más énfasis en lo digital, más dinero y más velocidad«, detalla Enrique Penichet.
Se busca un desarrollo que, si bien sea más mesurado, ahora es asimismo válido, siempre que se tengan presente las métricas de eficacia del capital
El responsable de la gestora recuerda en especial la intensidad y velocidad con que se debían tomar las decisiones en el ecosistema start-up tras dos mil veinte -hasta el cambio de ciclo que se vivió el año pasado marcado por la inseguridad y las nuevas métricas que se demandan ahora a las compañías para captar financiación-.
«Del desarrollo exponencial a todo costo, se ha pasado a buscar un desarrollo que, si bien sea más mesurado asimismo es ahora válido, siempre que se tengan presente las métricas de eficacia de capital«.
Inversión pre-seed, ‘a salvo’
Y, ¿cuál es el diagnóstico en el corto y medio plazo para la situación inestable que pervive este dos mil veintitres? Draper B1 da una de cal y otra de arena. «El efecto de la última subida de tipos se va a ver en unos 6 meses y ya hemos comenzado a ver los efectos en ciertos bancos. Con lo que hay un escenario que podría ser más fatalista…», señala el responsable.
Pero asimismo ahora el ecosistema de España está más dispuesto para encarar estas contrariedades y no hay que perder el foco: la inversión en start-ups en las fases más tempranas es donde menos ha impactado las turbulencias de los mercados provocadas a causa de la guerra de Ucrania, el encarecimiento de los comburentes y la espiral inflacionista del último año.
Raquel Bernall recoge el testigo de Penichet en el diagnóstico sobre lo que le espera al emprendedor de España en los próximos meses y aporta la visión más optimista de este 2023: «Estamos invirtiendo en etapas supertempranas, donde la situación macroeconómica no afecta tanto a la valoración».
Y los dos colegas coinciden: «Es una enorme ocasión estar en venture capital en los próximos dos o 3 años». «Si hallamos empresas buenas estamos invirtiendo con un ajuste de costos que se aprecia, mas cuando salgamos el mercado va a estar mucho mejor», puntualiza Bernall.
Mercado maduro mas falta «visión global»
La pregunta del millón sería entonces ¿cuenta España hoy en día con esas buenas empresas a las que mencionaba Raquel Bernall donde invertir? Y la contestación que se deriva de nuestra charla con Draper B1 es positiva, mas… con matices.
Penichet defiende la mayor madurez del ecosistema, si bien advierte una falta de ambición global de los proyectos desde sus principios. «Esa ambición global falta tal vez más desde el pequeño inversor español, que a veces es más precavido y prioriza centrarse primero en España».
Si te quedas a jugar solo en ACB, te comen el mercado. Si has de jugar en NBA, vete lo antes posible y juega en NBA
«Tenemos mucha conexión con Estados Unidos, y abogamos pues las start-ups evolucionen con el pack office y tecnológico desde España, mas las que mejor marchan son, sin duda las que el CEO y el equipo de ventas se van allá, y es así como verdaderamente ganas», agrega Bernall.
Y lanzan un último mensaje a las start-ups y al resto del ecosistema: «Estás en ambiente digital donde la competencia es global. Si te quedas a jugar solo en ACB, te comen el mercado. Si debes jugar en NBA, vete lo antes posible y juega en NBA», completa Penichet.
No es un camino simple, mas con jugadores como Draper B1, que sabe lo bastante difícil que es abandonar el banquillo y jugar en la primera liga, el recorrido es más afable y, como insistía Adam Barberá, de Dost: «siempre y en todo momento están ahí cuando los precisas». Inversor, coach, sicólogo… solo un emprendedor comprende cuan inestimable es ese capital.
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Monterrey (México), 1990. Estudió una licenciatura en comunicación y comenzó trabajando en medios locales de su ciudad, como periódicos, revistas, estaciones de radio o canales de televisión. Tiene un gran interés por la cultura mexicana, incluyendo la música, la comida y la historia. Es un apasionado de los deportes, especialmente del fútbol.