La junta de accionistas de Tesla se prepara para una votación crucial este jueves, donde se decidirá si Elon Musk, su carismático fundador, se convierte en aún más billonario. La propuesta, que ha captado la atención de todos, ofrece al CEO un salario vinculado a objetivos que alcanzan la asombrosa cifra de casi un billón de dólares, equivalente a aproximadamente 867.500 millones de euros. Actualmente, Musk cuenta con un patrimonio neto de 473.000 millones de dólares y su sueldo es de 59 millones anuales. Si la propuesta avanza, su compensación podría multiplicarse por 17.000, ampliando la brecha entre ejecutivos y empleados y generando un debate sobre la desigualdad en las recompensas empresariales.
La estrategia de Tesla para asegurar el voto
Recientemente, Tesla ha lanzado una campaña sin precedentes para persuadir a sus accionistas de respaldar la propuesta. La empresa argumenta que Musk es fundamental en la transformación de Tesla de un fabricante de coches eléctricos a un líder en tecnología, incluyendo innovaciones en robótica y vehículos autónomos, todo impulsado por la inteligencia artificial. «Creemos que Tesla está en la cúspide de un crecimiento transformador sin precedentes», afirman en su presentación a inversores, evocando visiones futuristas dignas de la ciencia ficción.
Una apuesta monumental
La propuesta implica otorgar a Musk un 1% de las acciones de la compañía durante los próximos 12 años, condicionado al cumplimiento de objetivos ambiciosos, como alcanzar un valor de mercado de 8,5 billones de dólares y vender 20 millones de coches Tesla en el mismo período. También se contempla la generación de un beneficio bruto de 50.000 millones de dólares y la implementación de un millón de robots y coches autónomos. Según Tesla, estos logros no solo convertirían a la empresa en la más valiosa de la historia, sino que también beneficiarían a los accionistas con un crecimiento sin precedentes.
El consejo de administración, que está bajo la influencia directa de Musk, sostiene que este plan de remuneración es esencial para mantener a su fundador al mando en una etapa crítico por el impacto de la inteligencia artificial.
Reacciones divididas entre los accionistas
Sin embargo, la propuesta no ha sido recibida de manera unánime. Algunos accionistas han expresado su desacuerdo, argumentando que los objetivos son más recomendaciones que metas concretas. El fondo soberano de Noruega, uno de los principales inversores de Tesla con un 1,16% de participación, ha manifestado su oposición. «Apreciamos la contribución de Musk, pero nos preocupa la magnitud de la bonificación y la falta de mitigación de riesgos asociados a la dependencia en líderes clave», declaró Norges Bank Investment Management, que busca mantener un diálogo constructivo con Tesla sobre este y otros temas de interés.
Un contexto complicado para Tesla
La votación llega en un momento crítico para Tesla, ya que sus ventas han mostrado señales de declive, aunque el último trimestre logró revertir esta tendencia parcial tras la eliminación de ayudas gubernamentales para la compra de coches eléctricos en EE. UU. A pesar de que los márgenes de beneficio han caído, la revalorización de las acciones de Tesla ha sido notable, incrementándose un 20% en lo que va del año, tras un inicio complicado.
El impacto de Musk en la política, particularmente su colaboración con el gobierno de Donald Trump, ha suscitado movimientos sociales en contra de Tesla. Sin embargo, parece que esto no ha disminuido el interés de los inversores, que continúan viendo potencial de crecimiento en la empresa.
En resumen, la votación del jueves será un punto de inflexión no solo para Musk, sino también para la dirección futura de Tesla en un entorno tecnológico en constante cambio.
