La junta general extraordinaria de accionistas de Cox ha tomado una decisión histórica este martes al dar luz verde a la adquisición del 100% de Iberdrola México, una operación valuada en 4.200 millones de dólares (aproximadamente 3.700 millones de euros). Este acuerdo, sellado en julio, marca un hito en la expansión de Cox en el sector energético.
Con un quorum de 84,30%, la asamblea aprobó las tres propuestas presentadas en la agenda, logrando un impresionante respaldo del 100% de los votos. Enrique Riquelme, presidente ejecutivo de Cox, resaltó la importancia de esta adquisición, calificándola como un «paso decisivo» para la compañía. «Refuerza nuestra presencia en un mercado clave y consolida a Cox como un jugador relevante a nivel global en los sectores del agua y la energía», afirmó Riquelme.
Impulso a la Transformación Energética
Gracias a esta compra, Cox, que opera en México desde hace más de diez años, incorporará 15 centrales que generan 2,6 gigavatios (GW) de potencia. Esto incluye 1.368 megavatios (MW) de centrales de ciclo combinado y cogeneración, junto con 1.232 MW provenientes de activos eólicos y fotovoltaicos.
Además de las centrales, Cox se hará cargo de la mayor suministradora de usuarios calificados en México, que representa el 25% del mercado con más de 20 teravatios hora (TWh) de electricidad. La compra también añade un prometedor portafolio de proyectos energéticos, con un ‘pipeline’ de más de 12 GW en diversas fuentes de energía.
Este movimiento no solo fortalece la posición de Cox como una «utility» global de agua y energía, sino que también la afirma como un actor fundamental en el mercado energético mexicano. Esta estrategia se alinea con el nuevo contexto regulatorio del Plan México, que proporciona un marco más seguro para la inversión extranjera en el país.
Con la mirada puesta en el futuro, Cox avanza con paso firme en su misión de liderar la transformación energética en una de las regiones más dinámicas y prometedoras del mundo.
