Pérdidas Bancarias Incontrolables: Un Desafío para la Economía

Pérdidas Bancarias Incontrolables: Un Desafío para la Economía

Puntualmente, Eurostat revela cada seis meses el impacto financiero de la crisis bancaria en Europa, y los datos de octubre son contundentes: España sigue liderando la lista con la mayor factura para los contribuyentes, ascendiendo a 72.655 millones de euros. Esta cifra supera con creces la de países afectados como Alemania, que enfrentó 52.927 millones; Irlanda, con 49.777; Grecia, 32.805; y Portugal, 24.435.

Las causas de la crisis

La causa de esta crisis ha quedado clara: fue provocada por prácticas bancarias deficientes y la falta de gestión adecuada por parte de las autoridades. El informe oficial sobre la crisis financiera en Estados Unidos, The Financial Crisis Inquiry Report, concluye que “esta crisis fue evitable”, resultado de acciones y omisiones humanas, no de fuerzas externas ni de algoritmos incontrolables.

En Europa, el impacto no fue uniforme. Mientras que cinco países, como Malta y Rumanía, no sufrieron coste alguno, otros cinco, incluyendo Bélgica y Dinamarca, lograron recuperar sus inversiones con beneficios, destacando Francia con una ganancia de 2.230 millones de euros.

Promesas incumplidas

Aún resuenan las promesas de figuras del Partido Popular como Mariano Rajoy y Soraya Sáenz de Santamaría, quienes afirman que la crisis no generaría gasto para los ciudadanos. Sin embargo, la historia ha tomado un rumbo diferente.

Los costes acumulados han incrementado el déficit y la deuda pública, aunque hay oportunidades de reducción a través de la venta del 18% de participación estatal en CaixaBank. Según el informe anual del FROB para 2024, se estima la recuperación de 8.962 millones de euros. Además, la liquidación de Sareb, el banco malo, presenta una cifra negativa del patrimonio que se ajusta a 7.569 millones.

Un futuro incierto

Recientemente, en una entrevista, el gobernador del Banco de España, José Luis Escrivá, comentó que «el efecto de la crisis está relativamente acotado», subrayando que aproximadamente 70.000 a 80.000 millones de euros de dinero público fueron asumidos por los ciudadanos, sin mecanismos claros de recuperación. Esta cifra es alarmante: equivale a veinte veces el gasto del Estado para vivienda en años recientes (3.480 millones) y supera con creces el presupuesto destinado por los gobiernos de Rajoy.

La memoria de esta devastadora crisis no debería ser ignorada. Antoni Garrido, catedrático de Economía Aplicada, señala: “Si los contribuyentes cargan con el coste de la crisis, el Estado afectado debería tener cierta capacidad para influir en cómo se organiza su sector bancario”. En este contexto, los beneficios astronómicos de los bancos coexisten con un récord de reclamaciones de los consumidores, que denuncian abusos en un entorno ya de por sí explosivo.