“Es la primera vez en la historia de las redes que una forma de contenido puede ser súper viral en todas las plataformas”, afirmaba en el mes de enero Mr. Beast, el youtuber más popular del planeta. “Nunca hasta ahora había sido así y no oigo a nadie hablar de ello”, agrega. Esa increíble forma de contenido es el vídeo vertical, cuya explosión ha sido imprevisible e inaudita mas asimismo impecable en los últimos 3 años.

Spotify termina de anunciar que su app se fundamentará asimismo en este formato. Y su creador, Daniel Ek, no se corta al darle importancia: “Es el mayor cambio para Spotify desde la introducción del móvil”, afirmó en su presentación. En apenas un par de años todas y cada una de las redes sociales primordiales han creado un espacio concreto para el vídeo vertical: Instagram, Facebook, Snapchat, YouTube, Twitter, Reddit y ahora asimismo Spotify. Todas tienen una interfaz singular para ir saltando de vídeo a vídeo, al lado de sus pantallas frecuentes. De ahí que Mr. Beast afirme que es la primera vez que exactamente la misma pieza tal como puede conseguir millones de visualizaciones en diferentes redes. Cada vez va a haber más sumas como esta: mismo vídeo, todas y cada una de las plataformas.

En esa lista falta de aplicaciones evidentemente la que ha sido la enorme impulsora de este alud: TikTok. Su explosión a lo largo de la pandemia ha sido la enorme causa por la que el vídeo vertical ha pasado de ser un género discutido y menor a ser prácticamente dominante en móvil. Aunque sea la causa primordial, no es la única.

Esta es la lista de 4 posibles causas que da Raúl Ordóñez, asesor y formador de marketing digital con una cuenta en TikTok de setecientos seguidores: el vídeo vertical es el formato natural del móvil, las cámaras han mejorado mucho, son piezas de contenido muy breve y evidentemente el poderoso algoritmo de TikTok. “Me gusta hablar de la adictiva sorpresa que tiene TikTok porque ha roto la dictadura de los algoritmos tradicionales, por ejemplo Facebook o Twitter, donde tendían a aparecerte los mismos contenidos de las mismas personas con las mismas opiniones”, afirma Ordóñez. “TikTok, en cambio, es Disneyworld”, agrega.

Esta combinación nueva se ha impuesto en escaso tiempo en todas y cada una de las plataformas: “No creo que sea un accidente”, dice Gustav Söderström, copresidente de Spotify, al referirse a de qué forma su plataforma va a adquirir el formato de vídeos verticales para descubrir nuevas canciones, y añade: “El mundo no ha llegado por casualidad a esta especie de cartas auto-reproducibles. Ha sido una evolución. Es la forma más efectiva de comprender y evaluar rápidamente mucho contenido”. Pasar de un vídeo a pantalla completa a otro deslizando es la forma más eficiente de descubrir contenido interesante y nuevo en el móvil, más aún si es música.

Una viralización increíble

El éxito del formato ha traído otra novedad jugosa para los creadores: unos niveles de viralización jamás vistos: “Cuando en 24 horas consigues 35.000 seguidores [en TikTok], que son más de los que llevo en 15 años en Twitter, ves que ahí hay algo raro”, afirma Ordóñez. Es algo que pasa en todas y cada una de las plataformas: “En Instagram cualquier publicación tradicional como un carrusel, una foto, una historia, llega aproximadamente a un 20% de mis seguidores. Mientras que los reels [el nombre del formato vídeo vertical en Instagram] no solo llegan a un 95% de mis seguidores, sino que multiplican como por siete por ocho el alcance a personas que no son seguidoras”, explica.

Esta explosión sería por sí sola excepcional. Pero aún lo es más si tomamos en cuenta que el vídeo vertical fue hasta hace poco injuriado. Ese menosprecio aun un nombre popular: el síndrome del vídeo vertical (SVV), que en Google da millones de resultados, la mayor parte de hace una década. En YouTube hay un vídeo de dos mil trece que quizás lanzó esta denominación: “Di no a los vídeos verticales. Los vídeos verticales surgen cuando sujetas la cámara de forma incorrecta. Tu vídeo acabará quedando como el culo”, afirman en el vídeo. Lleva 1 millón de visualizaciones y uno de los primeros comentarios, de hace 1 año, dice: ”Vengo del futuro y ahora los vídeos verticales dominan todo internet. Todo es culpa del desalmado rey tiktok. Hasta YouTube se amoldó a ello”.

Ordóñez recuerda aquella temporada de menosprecio: “Al principio hubo bastantes voces divergentes. Hace años alguien grababa un vídeo en vertical y aquello era un sacrilegio, les llamaban catetos, era como casi ponerle la zancadilla a los usuarios, y ahora casi ocurre lo contrario y está en todas partes”. Ese pasado crítico aún tiene consecuencias hoy.

El videoblogger de juegos para videoconsolas Borsiis, de veintiuno años, piensa que los vídeos verticales no han alcanzado su potencial: “El vídeo vertical se percibe aún como un contenido basura, lo que sobra. Haces un vídeo largo, en condiciones y sacas clips para el contenido corto. O estás aburrido en casa y te grabas una historia con un filtro de TikTok y ya lo tienes. La gente tiene esa percepción porque muchos creadores hacen eso y muchos vídeos virales verticales son estúpidos. Mucha gente lo usa para viralizarse fácil con vídeos no muy trabajados”, afirma.

Pero por ese motivo tiene aún mucho camino por recorrer: “Yo como creador exclusivo de vídeos en vertical puedo decir que no se aprecia el trabajo. He conseguido 500.000 de suscriptores. Llegué a sumar 100.000 en 5 días, un crecimiento muy alto. Siempre me encontraba el típico comentario de ‘bah, es que son shorts’ [el nombre en YouTube para los vídeos verticales], como menospreciándolo”, afirma. Pero Borsiis no tiene una estrategia de resumir directos o vídeos largos. “Otra persona te hace un vídeo largo en condiciones y yo te hago cinco vídeos cortos en condiciones. Aplasto el vídeo largo en uno corto. Cojo un vídeo de 4-5 minutos y lo hago en 40 segundos. Esto es lo que veo que la gente todavía no está haciendo”, agrega.

Para Borsiis el vídeo vertical viene a ocupar un espacio poco explorado y que las nuevas generaciones pedirán más: una suerte de microcontenido explicativo. Igual que Spotify piensa que es el mejor formato para descubrir nuevas canciones, Borsiis piensa que lo es para explicar bien temas puntuales: “Tenemos una sociedad cada vez más impaciente. Yo mismo soy el primero que pongo un vídeo largo a más velocidad. De un tutorial de 5 minutos quiero ver los 3 segundos que me interesan. Así que es mejor hacer ese vídeo en un formato de 30 segundos que si lo haces entretenido lo van a ver entero, en lugar de hacer 5 minutos para que se vean 3 segundos. Es más fácil retener en un short”, explica.

El inconveniente de la imagen

La brevedad y la sensación de menos trabajado son dos posibles beneficios de los vídeos verticales. Pero los críticos llevan razón en algo sencillo: se ve menos imagen, la composición es menos rica. Eso no implica que no tenga un espacio ni sea un formato con el que jugar: “No creo que hayamos perdido capacidad de expresión”, afirma el fotógrafo y formado Rodrigo Rivas. “En todo caso hemos ganado porque hay un formato adicional. El vídeo horizontal ahora se consume de forma más sosegada y el vertical, aunque se puede hacer muy bien técnicamente, por regla general suele tener un consumo rápido, cercanía, no te aguanta más de un minuto. Es un cambio social”, agrega.

La gente que se dedica a la imagen viven desde hace un par de años en esa duda difícil: las marcas o clientes del servicio lo quieren todo (horizontal para web o tele y vertical para redes) y en las grabaciones deben hacer equilibrios para incluir planos y resolución que admitan las dos opciones. Hay quien graba con visores cuadriculados que dejan ver lo que se va a ver en un posible vídeo vertical. Otros de forma directa graban con dos cámaras.

Imagen de la directora de fotografía Irene Cruz donde se ve la cuadrícula que separa en la cámara lo que se verá en un vídeo vertical y horizontal.
Imagen de la directiva de fotografía Irene Cruz donde se ve la cuadrícula que aparta en la cámara lo que se va a ver en un vídeo vertical y horizontal.

“El vídeo vertical es una tendencia real”, afirma Irene Cruz, directiva de fotografía. “Yo empecé a hacer vídeo vertical aproximadamente en 2019″. Aquella primera vez grabó en horizontal y luego tuvo que recortar, una práctica complicada y que genera polémica en el oficio. Desde entonces se ha adaptado, aunque las instrucciones siguen sin ser clarísimas:”Como ya me lo sé, dejó un montón de aire por todas partes, por el hecho de que no acostumbro a editar. Me he habituado a grabar a lo grande”, afirma, y agrega: “Para mí es una forma muy difícil de trabajar. Yo trabajo ya con el grid, que es como una cuadrícula que tengo en la cámara para saber cómo luego se va a poder recortar. Es un recurso útil. El cliente lo quiere todo y tú eres una persona con un cerebro y con muy poco tiempo”, añade.

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Juan Pablo Cortez

Bogotá (Colombia), 1989. Apasionado por la investigación y el análisis de temas de interés público. Estudió comunicación social en la Universidad de Bogotá y posteriormente obtuvo una maestría en periodismo investigativo en la Universidad de Medellín. Durante su carrera, ha trabajado en diversos medios de comunicación, tanto impresos como digitales, cubriendo temas de política, economía y sociedad en general. Su gran pasión es el periodismo de investigación, en el cual ha destacado por su habilidad para descubrir información relevante y sacar a la luz temas que a menudo se mantienen ocultos.