Ha pasado ya prácticamente un mes desde el principio del episodio de turbulencias asociado a la quiebra de Silicon Valley Bank (SVB) y la adquisición de Credit Suisse (CS) por la parte de UBS. Los fallos de administración del peligro de género de interés y de comunicación (SVB), como la crisis de confianza (CS) en unas pocas entidades contrasta con el peligro de crédito extendido de hace 15 años. Pero es que, además de esto, en contraste a ahora, la actuación de las autoridades económicas y monetarias fue lenta, tanto pues se precisó tiempo para comprender el inconveniente para diseñar las herramientas para intentar solventarlo y atenuar su daño, así para poder aplicarlas superando todas y cada una de las demandas legislativas. Otra diferencia significativa: en el instante actual, un buen número de bancos (la mayor parte), muchos de ellos de importante tamaño, están en una situación de liquidez, rentabilidad y solvencia que deja “salir al rescate” del resto.
Es obvio que las tensiones financieras suponen un cambio en el ambiente económico global, si bien aún es pronto para medir el impacto en concepto de desarrollo —y va a depender de la duración y la intensidad de este episodio de turbulencia— es lógico adelantar una pérdida de dinamismo. Ahora bien, es conveniente rememorar que los últimos indicadores de sentimiento empresarial apuntaban a una mejora del ciclo en el arranque de dos mil veintitres. Tanto el BCE como la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos han elevado sus previsiones de desarrollo del PIB (esto es, el punto de inicio era mejor de lo aguardado). La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos ubica su previsión de desarrollo para el PIB global en el dos con seis% y el dos con nueve% en dos mil veintitres y dos mil veinticuatro, respectivamente (desde el dos con dos% y el dos con siete%).
En las próximas semanas deberemos dar contestaciones a las preguntas que nos han surgido: ¿es transitorio el episodio de turbulencia?, ¿cuántas resoluciones de consumo e inversión se han postergado?, ¿cuál va a ser el endurecimiento de las condiciones de financiación bancaria y en el mercado de capitales tras el incremento de la inquina al peligro?, ¿va a ser más que compensado por la cesión de los modelos de interés libre de peligro que se ha producido?, ¿hemos asistido a la finalización del proceso de subidas de géneros de los bancos centrales? Demasiadas preguntas para un mercado bursátil que cotiza en ratios de valoración on line con la media histórica y que se encara a un desarrollo de las ventajas aguardados de apenas el 1%-tres%. Lo que sí se ha puesto de manifiesto en el reciente episodio de turbulencias es que ahora, por fin, la renta fija (y de forma especial la deuda pública con duración) ejercita de activo diversificador merced a su mayor nivel de rentabilidad y a la constatación de que de producirse una crisis financiera o una recesión, ahora sí los bancos centrales bajarán los modelos de interés. Y esto merced a que la inflación, si bien a ritmo más lento de lo deseado, proseguirá cediendo los próximos meses.
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Santander (España), 1985. Después de obtener su licenciatura en Periodismo en la Universidad Complutense de Madrid, decidió enfocarse en el cine y se matriculó en un programa de posgrado en crítica cinematográfica.
Sin, embargo, su pasión por las criptomonedas le llevó a dedicarse al mundo de las finanzas. Le encanta ver películas en su tiempo libre y es un gran admirador del cine clásico. En cuanto a sus gustos personales, es un gran fanático del fútbol y es seguidor del Real Madrid. Además, ha sido voluntario en varias organizaciones benéficas que trabajan con niños.