El Bataan es el nombre del navío de ataque anfibio y versátil que transporta a más de dos mil quinientos marineros e infantes de marina de la Armada estadounidense. Y es el primer navío de la US Navy donde se ha instalado una solución de impresión 3D metálica que deja la fabricación a bordo de piezas de repuesto y reparaciones. Esta tecnología que ha llegado a la Marina estadounidense tiene sello de España merced a la firma Meltio, de Linares (Jaén).

La multinacional de España Meltio —fabricante de tecnología de impresión 3D metálica por hilo láser— se ha aliado con ­Phillips Corporation —líder mundial en soluciones de fabricación con sede en Estados Unidos— para impulsar la primera tecnología de fabricación aditiva por deposición de metal por láser (LMD) instalada a bordo de un navío de la Armada.

“Es un hito industrial y, sin duda, un punto de inflexión para nuestra compañía”, asegura Ángel Llavero, consejero encargado de Meltio, natural de dos mil diecinueve a resultas de una joint venture (negocio conjunto) entre Additec, una compañía con sede en Las Vegas, y Sicnova, un distribuidor de equipos de impresión 3D. El conjunto tecnológico, con una plantilla de ciento cuarenta trabajadores, facturó el último ejercicio once millones de euros.

El proyecto para la Armada estadounidense representa un paso más cara la demostración de una aplicación industrialmente útil en el ámbito naval merced a la tecnología de impresión 3D de metales por hilo y láser desarrollada por Meltio. En específico, el sistema Phillips Additive Hybrid tomó la tecnología de deposición de metal por láser de Meltio y la integró con la fresadora de control de los centros de mecanizado vertical CNC de Haas, a bordo del navío USS Bataan.

La impresión 3D de Meltio maximiza la disponibilidad operativa y reduce la demanda de las cadenas de suministro tradicionales y concretas de la Armada. Además, se ha instalado una segunda impresora 3D para generar componentes de polímero (plástico) a bordo del Bataan. Esta impresora deja a la tripulación del navío imprimir cualquiera de los más de trescientos bultos de datos que definen la configuración y los procedimientos de diseño precisos para fabricar una pieza y asegurar su adecuado funcionamiento.

Llavero asegura que se trata de “una tecnología con enormes aplicaciones industriales en el sector naval y marino, en defensa y en todos aquellos donde sea necesario poder fabricar la pieza cuando y donde se necesita”. La Marina estadounidense avanza en su esmero por progresar la autosuficiencia de los navíos desplegados en altamar y sus tripulaciones, y reducir los plazos de la cadena de suministro aprovechando la fabricación aditiva a través de la instalación permanente de la primera impresora 3D metálica a bordo de un navío. “Estas impresoras tienen la capacidad de ayudar a la Armada a superar tanto los problemas de obsolescencia de buques y sistemas cuya vida útil se mide en décadas como de contribuir directamente a mejorar la disponibilidad operativa de nuestros sistemas y buques”, ha afirmado en un comunicado el contraalmirante Jason Lloyd, ingeniero jefe de NAVSEA, el mayor de los 6 comandos de sistema de la Armada estadounidense.

A pesar de ser una compañía joven, Meltio ha conseguido ser rentable desde el primer año. Y lo hace desde Linares, un ayuntamiento transformado en un desierto industrial desde el cierre de la fábrica automovilística Santana Motor en dos mil once. “Linares y el sur de España son un polo muy atractivo para la nueva industria tecnológica, tenemos seguridad jurídica y, sobre todo, mucho talento”, señala el consejero encargado de Meltio. En su opinión, el prestigio de las ingenierías de la Universidad de Jaén, la potente red de centros de FP o el apoyo institucional que se presta a los emprendedores son factores que asisten a relanzar la economía en este ayuntamiento, que se sostiene como el mayor de cincuenta habitantes con más tasa de paro del país.

La misión de la compañía es ofrecer a sus clientes del servicio, asociados y empleados las últimas innovaciones, siendo vanguardistas en el desarrollo de sistemas de impresión 3D de metal accesibles que sean fiables, seguros y potentes, fortaleciendo de manera continua su condición de renovadora tecnológica para el ámbito industrial. La firma está presente en cuarenta países; cuenta con oficinas en Estados Unidos, India e Italia, y vende el noventa y cinco% de su producción en el extranjero.

Más allí de los números, Llavero apunta lo que, bajo su punto de vista, está tras el éxito de la compañía: “La clave del éxito es contar con trabajadores que están felices y que sienten la empresa como algo propio”. La empresa deja el trabajo a distancia y otorga flexibilidad horaria a su personal.

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Adrian Cano

Santander (España), 1985. Después de obtener su licenciatura en Periodismo en la Universidad Complutense de Madrid, decidió enfocarse en el cine y se matriculó en un programa de posgrado en crítica cinematográfica. Sin, embargo, su pasión por las criptomonedas le llevó a dedicarse al mundo de las finanzas. Le encanta ver películas en su tiempo libre y es un gran admirador del cine clásico. En cuanto a sus gustos personales,  es un gran fanático del fútbol y es seguidor del Real Madrid. Además, ha sido voluntario en varias organizaciones benéficas que trabajan con niños.