No se pueden engastar tweets en las boletines de noticias y los links a la web de Substack no se pueden retuitear.
Los autores de Substack, una conocida plataforma para crear y repartir newsletters, no pueden ya promocionar su trabajo en Twitter. Desde hace unas horas, la red social de Elon Musk ha aadido bloqueos a cualquier tweet que contenga un link al dominio. Aunque el contenido del link puede verse en la red social, no es posible ni retuitearlos ni marcarlos como preferidos. Al procurarlo, un mensaje en la pantalla explica que «Twitter ha deshabilitado ciertas acciones relativas a este tweet».
El bloqueo marcha en los dos sentidos. Los autores de las boletines de noticias han descubierto tambin que ya no es posible engastar tweets en los textos que escriben, una funcin que prosigue activa para otros dominios y medios de comunicacin.
La decisin recuerda al bloqueo que Twitter impuso el mes pasado de diciembre a otros contendientes directos, como Mastodon. Aunque Substack es un servicio para redactar folletines de noticias que se envan al correo electrnico, esta semana ha lanzado Substack Notes, un nuevo producto que deja a los autores redactar ideas ms cortas y mensajes, y que en cierta manera marcha como una opción alternativa a Twitter.
Los responsables de Substack se han mostrado sorprendidos por la decisin. «Este género de bloqueos es un recordatorio de por qu los autores precisan una plataforma que los de prioridad, retribuya su trabajo con dinero, y con esto resguarde la libertad de prensa y la libertad de expresin», han sealado.
Una de las caractersticas que definen a Substack es que incluye múltiples herramientas de suscripcin a travs de las que los autores pueden percibir ingresos. Musk ha prometido que los subscriptores a Twitter Blue podrn pronto percibir una parte de los ingresos promocionales que se produzcan en las contestaciones a sus tweets, mas no hay todava una data para esta nueva prestacin.
Musk an no se ha pronunciado sobre la decisin mas no es la primera vez que caprichosamente decide mudar las reglas y lmites de Twitter. El xodo de ciertos tuiteros cara Mastodon, por poner un ejemplo, llev a Musk a mudar las reglas de la API para eludir servicio como MoveToDon, que automticamente procuraban los usuarios de Twitter en el nuevo servicio, o Moa Bridge, una herramienta para redactar simultneamente en las dos redes sociales.
El ao pasado, Musk decidi tambin cerrar sin aviso previo cualquier usuario de Twitter no oficial, una prctica que la precedente directiva de Twitter no slo vea con buenos ojos sino promocionaba activamente. Unos das ms tarde, modific las reglas de Twitter para justificar su decisin.
El bloqueo a Substack, no obstante, resulta ms alarmante por el hecho de que muchos son los autores de boletines de noticias que sostienen una presencia activa en Twitter y usan la red social para persuadir a los lectores de que se subscriban. La lista incluye adems a muchos cronistas, sobre todo estadounidenses, con una enorme repercusión.
La decisin choca tambin con el supuesto nfasis que Musk quera dar a la «libertad de expresin» en su plataforma y que, segn l, fue una de las razones que lo llevaron a pagar 44.000 millones de dlares por la red social, un coste que la mayora de analistas considera demasiado alto. El propio Musk ha reconocido últimamente que el valor real de Twitter no llega ni a la mitad.
Musk se encara a un grave problema econmico con su red social. Antes de su llegada, ms del noventa% de los ingresos de Twitter dependan de la publicidad. Los anunciantes, no obstante han escapado en masa por la inseguridad de su catico sistema de gestin y la decisin de regresar a aceptar en la red social a figuras de extrema derecha que haban sido expulsadas por publicar mensajes violentos.
El plan de Musk pasa por compensar esa prdida de anunciante con el servicio de suscripcin Twitter Blue, que ya exista ya antes de la adquisición, mas que ha cambiado -y subido de coste- y ahora incluye la posibilidad de conseguir el codiciado smbolo de verificacin que hasta hace poco estaba limitado únicamente a conocidos y profesionales que corran el peligro de ser suplantados.
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Artículo original de El Mundo