En la costa de A Guardia, entre Galicia y Portugal, Silvia Crespo y otras pescadoras se adentran en el mar en busca de erizos. Una tarea artesanal y feminizada que podría cambiar gracias a la tecnología. Investigadores del CSIC de Vigo, en colaboración con las cofradías de pescadores locales, han puesto en marcha un proyecto para mapear los fondos marinos y facilitar la detección de erizos en los principales caladeros de la zona.

Este proyecto, denominado Perizia, tiene como objetivo crear una herramienta visual que mapee la densidad de erizos en las zonas de pesca. La idea es no solo ayudar en la extracción de manera más eficiente, sino también contribuir a la sostenibilidad de esta especie cuyo precio ha aumentado significativamente en la última década.

Uno de los aspectos más importantes de esta iniciativa es el uso de robots teledirigidos equipados con inteligencia artificial. Estos robots grabarán el fondo marino con cámaras de alta definición, lo que permitirá desarrollar algoritmos para identificar y contar la densidad de los ejemplares de erizo. Esta información será luego transmitida a los pescadores para mejorar sus técnicas de pesca.

Mujeres pescadoras en el mar con robots
Mujeres pescadoras en el mar con robots

Esto supondría un cambio significativo en la rutina de pescadores como Ruben Carneiro, quien actualmente se sumerge en busca de erizos de forma tradicional. Con un mapa preciso de las zonas de pesca, podría optimizar sus inmersiones y hacer su trabajo de manera más eficiente y sostenible.

El proyecto Perizia se suma a la tendencia creciente de utilizar tecnología en la pesca y el mapeo submarino. Drones, inteligencia artificial y vehículos no tripulados están siendo cada vez más empleados en el estudio de los fondos marinos y la fauna marina. Esta evolución tecnológica no solo beneficia a los pescadores en sus labores, sino que también tiene un impacto positivo en la conservación de los recursos marinos y en la investigación científica.

En resumen, la combinación de la tradición pesquera con la tecnología está abriendo nuevas posibilidades en el sector, permitiendo una pesca más sostenible y eficiente, y ofreciendo un mayor conocimiento sobre los ecosistemas marinos.