Un reciente estudio de investigación ha arrojado luz sobre los rasgos psicológicos peculiares que presentan los inversores en criptomonedas. Esta investigación, basada en una encuesta realizada a 2,001 adultos en los Estados Unidos, revela que una parte significativa de los propietarios de criptomonedas muestran un menor pensamiento analítico y, en contraste, exhiben niveles más altos de rasgos asociados con la psicopatía.
El estudio, liderado por el profesor Casey Klofstad de la Universidad de Miami, Shane Littrell de la Universidad de Toronto y el científico político Joseph Uscinski, tuvo como objetivo profundizar en las características políticas, psicológicas y sociales de las personas atraídas por las criptomonedas.
A los inversores de criptomonedas les atrae el caos
Los investigadores recopilaron datos de una muestra representativa que incluía tanto a hombres como mujeres. Los resultados obtenidos ofrecen un panorama complejo de aquellos que invierten en esta nueva frontera financiera digital. El equipo utilizó un modelo multivariante completo para comprender los factores predictivos de la posesión de criptomonedas.
Entre los indicadores más relevantes se encuentra el género masculino, una fuerte dependencia de fuentes de medios alternativos para estar informados, una inclinación innata hacia la argumentación y una clara aversión hacia el autoritarismo, lo que sugiere una tendencia hacia sentimientos anti-establishment entre los inversores en criptomonedas.
Estas motivaciones reflejan un escepticismo arraigado hacia las autoridades establecidas, en línea con la adopción por parte de la comunidad cripto de sistemas financieros descentralizados y no gubernamentales, impulsados por la desconfianza en los sistemas financieros tradicionales y las monedas convencionales.
Más descubrimientos sobre los inversores en criptomonedas
El estudio también reveló que mantener criptomonedas está débilmente pero positivamente relacionado con el conocimiento científico general y las habilidades matemáticas, aunque se encuentra más fuertemente vinculado a una mayor aceptación de soluciones simplistas y una mayor susceptibilidad a teorías conspirativas.
Además, los inversores en criptomonedas obtuvieron puntuaciones más altas en diversas dimensiones de la llamada «personalidad oscura», que incluye medidas de narcisismo y maquiavelismo. Estas características se complementaron con niveles significativos de paranoia, mentalidad de víctima y una necesidad de caos, indicando que los objetivos individuales ligados al éxito y al logro tienen más relevancia para ellos que los objetivos comunitarios que involucran ayudar a otros.
En resumen, la posesión de criptomonedas se correlaciona con experimentar más emociones negativas que positivas, lo que desentraña una complejidad en el aspecto emocional de los inversores en este mercado digital.
Monterrey (México), 1990. Estudió una licenciatura en comunicación y comenzó trabajando en medios locales de su ciudad, como periódicos, revistas, estaciones de radio o canales de televisión. Tiene un gran interés por la cultura mexicana, incluyendo la música, la comida y la historia. Es un apasionado de los deportes, especialmente del fútbol.
